Historia del derecho inca

Contexto histórico:
 
Consideramos que para comprender adecuadamente la historia del derecho de los pueblos, debemos comprender primero la historia, costumbres, logros tecnológicos y manifestaciones culturales de los mismos, por lo que brindamos esta información breve a modo de introducción al tema a estudiarse:
 
Pueblos pre incaicos:
 
Caral: (Reconocida actualmente como la primera civilización de América)
Considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2009, es la ciudad más arcaica de América con aproximadamente 5.000 años de antigüedad. Se encuentra situada en el Valle de Supe al norte de Lima.
Esta civilización fue contemporánea de otras como China, Egipto, India y Mesopotamia. Tuvo una organización teocrática y estuvo rodeada por otras civilizaciones enmarcadas aún en lo que se denomina "sociedad aldeana".
Explica la Antropóloga  Shady Solís, descubridora de la ciudadela: “El primer estado de Caral no exigía de una fuerza militar por no tener enemigos con los que competir. Su poder radicaba en la capacidad de la ideología y la religión, que fue usada para implantar disciplina laboral y social. Los gobernantes eran sacerdotes, administradores y científicos”
Una de sus ciudades más antiguas, Caral, tenía pirámides de piedra, plazas ceremoniales y altares en torno a fuego sagrado, diseños complejos que evidencian un dominio magistral en el uso del espacio.
Caral estuvo siempre acompañada de las artes. Se encontraron en esta zona cornetas, flautas traversas de hueso, antaras en el anfiteatro y figuras de felinos y serpientes,
Desde entonces, a lo largo del territorio peruano se sucedieron una serie de tradiciones culturales que originaron Confederaciones, Reinos e imperios durante casi cuarenta siglos.
Periodo Formativo, entre 1800 a. C. y 200 d. C.
El periodo Formativo, llamado también Inicial, se subdivide a la vez en tres:
Formativo Inferior (1800 - 1500 a.C.)
Formativo Medio (1500 - 700 a.C.)
Formativo Superior (700 - 200 a.C.)
 
Formativo Inferior:
Convencionalmente, se fija el inicio del Formativo con la aparición de la cerámica. Otros logros significativos de esta época son el cultivo del maíz, la construcción de grandes acueductos, el desarrollo de la textilería y de la orfebrería. En el aspecto político surgen las jefaturas o señoríos que concentran el poder.
Sin embargo, la principal característica de este periodo es la aparición de la arquitectura monumental y de gran envergadura. Los centros ceremoniales suelen abarcar áreas más extensas que las de sus antecesoras del periodo arcaico. Los planos de sus templos o santuarios suelen tener la forma de la letra “U” invertida: una construcción central y dos construcciones en los lados laterales, alrededor de plazas circulares o rectangulares.
Formativo Medio:
Resaltan las siguientes culturas:
CHAVÍN
La cultura Chavín fue una civilización que se desarrolló en los Andes del norte de Perú entre los años 900 a.c hasta 200 a.c.
Descubridor: El arqueólogo Julio Tello, quien la nombro como la cultura matriz o madre de las civilizaciones andinas del Perú
La Cultura Chavín tuvo su origen en el templo denominado Chavín de Huántar, en el Departamento de Ancash, a 300 km. al norte de la ciudad de Lima. Probablemente los pobladores de Chavín eran originarios de las regiones selváticas ya que utilizaban mucha iconografía selvática como la figura del jaguar, caimán y anaconda.
El sitio arqueológico de Chavín de Huántar fue construido alrededor del año 900 a. C. y fue el centro religioso del pueblo Chavín. Ahora es un Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Ubicación:Áncash, a 3150 metros sobre el nivel del mar y abarca las regiones naturales (zonas de vida) quechua, jalca, y puna.
Organización Social –Política: Estado Teocrático (dios Jaguar – Puma) , controlado por los sacerdotes(especialistas) quienes gobernaron en nombre de los dioses Chavín. Fue una sociedad  clasista, los sacerdotes y guerreros acaparaban los recursos, mientras que el pueblo producía. Resumiendo, la división de clases sociales se daba en dos grupos: los campesinos y los especialistas. El trabajo de estos últimos se manifestaba como fuerzas divinas donde ellos eran solo mediadores; por lo que vivían en los centros ceremoniales y dependían de los campesinos. Estos especialistas, sacerdotes en definitiva, se mantenían  con el excedente productivo de los agricultores a manera de tributos u ofrendas.
Durante esta época, como características propias del Periodo Formativo, que en esencia equivale a la expansión del movimiento Chavín, tiene lugar:El asentamiento definitivo del Sistema Agrícola y la construcción de los más importantes centros ceremoniales, lo que pone de relieve la gran importancia que tuvo la religión. La religión en Chavín se habría influenciado por elementos selváticos manifestados en  sus esculturas  en la que se  representan de seres sobrenaturales, que recogían rasgos felinos como el jaguar, caimán, anaconda pero también de diversas aves andinas como el águila, el cóndor y el halcón.
Su economía, basada en la agricultura, fue apoyada por el intercambio y la domesticación de nuevas plantas. Bajo este desarrollo de la tecnología agrícola, se originaron especialistas que predecían si habría buenas o malas cosechas.Al mismo tiempo, el excedente productivo permitió intercambiar productos. Este intercambio se realizaba en lugares determinados dando lugar a zonas de integración donde se entremezclaban diferentes manifestaciones culturales. Una de estas zonas debió de ser el templo de Chavín de Huántar; lugar donde se unían las rutas de la Costa, Sierra y Selva.
La cultura Chavín trabajó el oro, la plata, el cobre y posiblemente algunas aleaciones.La cerámica tuvo un importante desarrollo. Fundamentalmente es monocroma (negro, gris, marrón). Al igual que las tallas líticas, en la cerámica se representan, felinos, águilas, serpientes, saurios peces.En escultura destacan los MONOLITOS y las CABEZAS CLAVAS.La arquitectura se difundió por todo el territorio, caracterizándose especialmente por las estructuras en forma de "U", plataformas, pirámides truncadas, provistas de pasadizos interiores, plazas rectangulares hundidas y pozos circulares.
 
Formativo Superior
Se desarrollan diversas expresiones culturales regionales, con fuerte influencia de Chavín. En la costa sur surge el pueblo agricultor y pescador de Paracas, cuyosbordados multicolores son algunos de los objetos de arte más preciados del antiguo Perú. En el altiplano del Titicaca, la Cultura Pucará implementa exitosamente un sistema de cultivo de campos elevados rodeados de agua (camellones o waruwaru) que permitía la agricultura en las frías planicies alto andinas.
 
PARACAS:
1. Ubicación: Se desarrolló entre los años 700 a.C. y 200 d.C. Su descubridor, Julio C. Tello (1925), la dividió en dos etapas: Paracas Cavernas y Paracas Necrópolis.
2. Cementerios: En 1925, Julio C. Tello, excavó en el cementerio Cerro Colorado, encontrando tumbas en forma de botella y momias con cráneos trepanados (Fase Paracas Cavernas). En 1927, descubrió el cementerio de Warikayán con tumbas rectangulares y momias cubiertas con finos mantos bordados (Fase Paracas Necrópolis).
3. Templos de adobe: Las más conocidas son las huacas Animas Altas, Soto, Alvarado y Santa Rosa. En el 2006 se descubrió la ciudadela de Pernil Alto.
4. Gobierno y sociedad: Fue gobernada por una aristocracia sacerdotal y guerrera. La base social la conformaban los agricultores y pescadores que ofrecían ofrendas y trabajos para sostener el culto a los dioses.
5. Dios principal: rindieron culto Kon, dios del agua, representado como un felino volador.
6. Textilería: Los tejidos de la fase Paracas Necrópolis son los más bellos del antiguo Perú. En sus mantos policromados están bordados sus dioses, sacerdotes y rituales.
7. Cerámica: En la fase Cavernas es polícroma con pintura post-cocción (pintura “fugitiva”); mientras que en Necrópolis es monócroma con pintura pre-cocción.
En el final de este período, hacia el 400 y 200 a.C., la presión de las poblaciones vecinas, que se filtraron desde la periferia, provocó el abandono de los templos y de varios centros regionales menores.
Intermedio Temprano, entre los siglos II a. C. y VI d. C.
Hacia el 200 a.C. la civilización andina había evolucionado a formas políticas más complejas. La agricultura se hizo extensiva, construyéndose grandes irrigaciones sobre los desiertos de la costa norte y central e ingeniosos acueductos subterráneos en la costa sur. Las sociedades Moche, Nazca, Recuay, Cajamarca, Vicus, Lima yTiahuanaco (esta con capital en un gran centro ceremonial del mismo nombre en el norte de Bolivia) son las más conocidas y exitosas de este período. La mayoría de ellas parece haber estado regida por sofisticadas élites guerreras que alentaban la producción de objetos de arte de gran calidad, que son considerados algunas de las obras más importantes del arte americano precolombino (especialmente la alfarería moche, nazca y recuay; el tejido nazca, la joyería moche, el arte lítico tiahuanacota).
MOCHE
Se desarrolló entre 200 a 700 d.C., en el valle de Moche, y se expandió por los valles del norte del Perú. Fue una sociedad clasista en la que los sacerdotes ejercían un rol importante. En 1987 se descubrió la fastuosa tumba del Señor de Sipán, un gobernante moche del siglo IV d.C., en el valle de Lambayeque. La cerámica moche, escultórica y realista, es considerada como una de las mejores de las culturas precolombinas, destacando los llamados huacos retratos, en los que expresaron los diversos estados de ánimo de una persona. En cuanto a la arquitectura, destacan sus pirámides de adobe conocidas como las Huacas del Sol y de la Luna. Resalta también su orfebrería, de avanzada técnica, como se denota en la joyería desenterrada del Señor de Sipán.
NAZCA
Se desarrolló básicamente en los valles del actual departamento de Ica, alrededor del siglo I y entró en decadencia en el siglo VII. Su centro estaba ubicado en Cahuachi. Es de destacar su cerámica policromada, decorada con figuras de hombres, animales, plantas, etc., así como su arte textil. Pero lo más impresionante de esta civilización es su red de acueductos, que constituye una verdadera hazaña de su ingeniería hidráulica, así como los trazos gigantescos efectuados en las Pampas de Nazca, conocidos comoLíneas de Nazca, cuyo fin aún se discute.
TIAHUANACO
Se desarrolló en el altiplano o meseta del Collao, entre los actuales países de Perú, Bolivia y Chile. Su centro estuvo enTiahuanaco o Tiwanaku (al sur de la actual ciudad de La Paz y cerca allago Titicaca), que se constituyó en un importante centro religioso y urbano, hacia donde iban en peregrinación multitudes de personas. Destacan allí imponentes construcciones arquitectónicas, como lapirámide de Akapana, el Puma Punku, Kalasasaya, el templete semisubterraneo, entre otros. Ejemplos de su litoescultura son los monolitos Bennett y Ponce, y especialmente, la Portada de Sol, con la imagen del dios de los báculos, después llamado Viracocha.La técnica arquitectónica Tiahuanaco sería aprovechada posteriormente por los incas. Esta cultura, inexplicablemente, colapsó hacia el año 1100 d.C.
LA CULTURA INCA:
Hacemos hincapié en que el trabajo trata del derecho inca, por lo tanto esta recopilación sobre su cultura, organización y costumbres es, más que una investigación, una recopilación de diversas fuentes.
Introducción:
La cultura de los Incas o Quechas, también conocida como Imperio Incaico. Corresponde al horizonte tardío o III Horizonte. 
Nombre de su territorio: Tahuantinsuyo (del quechua “tawantinsuyu”, «las cuatro regiones o divisiones»), al periodo de su dominio se le conoce además como incanato o como incario. Abarcó cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías de San Juan de Pasto en el norte hasta el río Maule en el sur. El imperio incaico fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina y tuvo como capital al actual Cuzco.
Temporización: Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica.
El imperio incaico corresponde actualmente a territorios relativos al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por Perú y Bolivia, todo el norte y parte central de Chile y el noroeste de Argentina. El imperio estuvo subdividido en cuatro suyos: el Chinchaysuyo (ChinchaySuyu) al norte, el Collasuyo (QullaSuyu) al sur, el Antisuyo (Anti Suyu) al este y Contisuyo (KuntiSuyu) al oeste. 
 
 
 
Fuentes de información histórica:
 
Las crónicas europeas sobre el imperio incaico
Fuentes históricas europeas:
Los primeros vestigios escritos sobre el imperio incaico lo constituyen las crónicas registradas por varios autores europeos (posteriormente existieron cronistas mestizos e indígenas que también recopilaron la historia de los incas); que se basaron en relatos recogidos por todo el imperio.
Los primeros cronistas tuvieron que enfrentar varias dificultades para poder traducir la historia incaica ya que, además de existir una barrera del idioma, tenían que interpretar una cultura distinta de la manera más adecuada. Es por esto que hay muchas contradicciones entre cronistas. Es importante además, hacer notar que los autores tuvieron ciertos intereses al escribirlas:
En el caso de los cronistas españoles, su interés fue «legitimar la conquista», desprestigiando a la organización política Inca y sus derechos sobre esas tierras.
Los cronistas ligados a la Iglesia Católica buscaron legitimar la evangelización describiendo a la religión incaica como obra del demonio, tratando de identificar a las deidades incaicas con las creencias bíblicas o el folclor europeo.
Lo cronistas mestizos e indígenas, en cambio,  tuvieron interés por ensalzar el imperio o alguna de las panacas con las cuales se emparentaban, como el caso del Inca Garcilaso, quien mostraba un imperio incaico idealizado donde no existía la pobreza, se repartía la riqueza y los recursos se explotaban racionalmente.
 
 
 
Fuentes históricas incaicas:
Los ayllus y panacas tenían cantares especiales mediante los cuales narraban su historia. Sabemos por las fuentes documentales del período de conquista hispana que el tejido desempeñaba el rol de arte mayor, que tenía fines mágico-religiosos y que incluso en ellos se registraba parte de la historia.
Otro recurso utilizado para registrar la historia fueron unos mantos y tablas que contenían pinturas representando pasajes heroicos. Raúl Porras Barnechea planteó la existencia del Poquencancha, una especie de "biblioteca" donde se guardaban unas tablas pintadas donde se contaba la genealogía de los soberanos incas y eventos importantes del incario.
Además, algunos hechos pasados fueron almacenados en los quipus, aunque no se sabe cómo pudieron utilizar estos sistemas de cordeles y nudos para almacenar hechos históricos existen varias crónicas que describen que los quipus servían para evocar las hazañas de los gobernantes.
En general, en el imperio incaico se recordaban los hechos que les parecían importantes de recordar y no era necesaria la precisión. Además, los gobernantes podían ordenar excluir intencionalmente de los registros históricos algunos hechos que pudiesen molestarles. María Rostworowski denomina a esta cualidad de la historia incaica una «amnesia política» que era asumida por todo el vulgo pero que era recordada por las panacas o ayllus afectados, siendo este un factor que contribuyó a las futuras contradicciones en las crónicas europeas sobre los incas.
 
La reinvención de tradiciones
Luego del encuentro de la cultura hispana y la andina, se estableció la escritura como medio de transmisión y registro de información; además se inició un proceso de mestizaje y sincretismo que dión lugar a la recreación e invención de tradiciones.
Esto se evidencia en las crónicas del siglo XVI en donde se describen personajes fusionados, como el caso de Tunupa y Huiracocha con los apóstoles Tomás y Bartolomé, describiéndolos como hombres blancos y barbados que impartieron enseñanzas. Igualmente el imaginario europeo buscó, e incluso creyeron encontrar, «el dorado» y el «país de las amazonas» en el nuevo mundo. En otros casos, afirmaban que el Cuzco tenía el perfil de un león americano (puma), poniendo similitudes con algunas ciudades del renacimiento europeo que tenían perfil aleonado. Más recientemente, en el siglo XX, aparecen otros elementos de esta reinvención de tradiciones, como son los casos de la bandera del imperio incaico y la ceremonia cuzqueña del Inti Raymi. Cabe indicar que todas estas re-invenciones, son parte de un proceso natural en todas las culturas, pero para entender la historia incaica es necesario diferenciar cuales son los aspectos sincréticos o inventados y cuales no lo son.
 
Antecedentes históricos:
Hacia el año 900 d.C. se inicia la decadencia de los estados Huari y Tiahuanaco en el área central andina. En el caso de Huari, la ciudad de Wari empieza a perder poder político en contraposición a alguna de sus ciudades periféricas, como lo demuestra el caso de Pachacamac situado frente al mar.5 En tanto en el caso de Tiahuanaco, el proceso de decadencia se inicia en sus colonias de la costa de manera sangrienta, como lo evidencia el caso de Azapa;6 en el Collao, en cambio, Tiahuanaco fue perdiendo su poder gradualmente y mientras perdía hegemonía su población fue emigrando y fundando poblaciones nuevas.
Este periodo histórico fue plasmado en leyendas y mitos andinos de diferentes maneras. En las tradiciones orales de los Andes se hace referencia a que en el principio los pueblos realizaron largas caminatas buscando tierras fértiles, surgiendo héroes míticos que eran, por lo general, semi-divinos y que iban siendo guiados por seres sobrenaturales (el sol, la luna, etcétera). Estos héroes míticos generalmente tenían algún poder. De esa manera surgen las figuras de Manco Cápac, en el caso fundacional del Cuzco; o Pariaccaca en el caso de Huarochirí.
Origen del imperio:
Aunque arqueólogos e historiadores no se pongan de acuerdo, se cree que los incas procedían de una zona árida y montañosa ubicada en los Andes centrales. Por razones que también se desconocen, dejaron su lugar de origen en busca de nuevos territorios donde asentarse.
Al llegar a Cuzco, cerca del año 1100, decidieron establecerse allí. La razón fundamental de esta determinación fue la buena tierra cultivable que encontraron y lo protegidos que se sentían, entre sus montañas, de sus posibles enemigos. En efecto, Cuzco es un rico valle andino, situado donde confluyen los ríos Huantanay y Tullumayo, rodeado de un circo de montañas que se elevan a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Para establecerse en Cuzco tuvieron que luchar y vencer al pueblo que vivía en la región, probablemente de lengua aymará. Según algunos investigadores, los incas se aliaron con los señores de la región del Titicaca, con quienes mantenían estrechos vínculos económicos.
En los relatos míticos de los incas se le atribuye a Manco Capac, considerado un héroe y un dios, la fundación de Cuzco. Él fue el primer Inca, nombre que se le dará después a los monarcas, y estableció las primeras reglas de la organización social, de lo que en ese momento era un pequeño Estado de muy poco poder.
Con Sinchi Roca, que significa héroe guerrero, sucesor de Manco Cápac, se inicia la serie de legendarios monarcas que fortalecieron su asentamiento en Cuzco y dominaron el territorio hasta el lago Titicaca.
Mitos que explican el origen del imperio: Los principales mitos conocidos son: “La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo” y “La leyenda de los Hermanos Ayar”
Breve Resumen y su Interpretación de la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo.
Inti, el dios Sol,  viendo  el  estado  penoso  de los hombres,  creó  una pareja: Manco  Cápac y Mama Ocllo. Les colocó  un  cetro  de oro, y  les ordenó  construir un  gran  imperio. Ellos enseñarían a los hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar su dios creador, el Sol. Pero antes, Ayar Manco y Mama Ocllo debían fundar una capital. Inti les confía un bastón de oro diciéndoles esto:
“Desde el gran  lago, adonde llegarán, marchen  hacia el norte. Cada vez que se detengan  para comer o  dormir, planten este bastón de oro en el suelo. Allí donde se hunda sin  el menor  esfuerzo, ustedes construirán  Cuzco  y dirigirán el Imperio del sol.”
La mañana siguiente, Ayar Manco y Mama Ocllo aparecieron entre las aguas del lago  Titicaca. La riqueza de sus vestimentas y  el  brillo  de sus joyas hicieron  pronto comprender a los hombres que ellos eran dioses. Temerosos, los hombres los siguieron a escondidas.
Ayar Manco y Mama Ocllo se pusieron en marcha hacia el norte. Los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera en el suelo. Una  mañana,  al llegar  a un  bello  valle  en el  cerro  Huanacauri, el bastón  de  oro  se  hundió dulcemente  en el suelo. Manco  Cápac y Mama Ocllo  se establecieron  allí. Era ahí que había que construir Cuzco, el "ombligo" del mundo, la capital del Imperio del Sol.  Ambos ayudaron a mejorar el lugar; Manco Cápac enseño a los hombres a trabajar la tierra y a construir canales. A las mujeres, Mama Ocllo  les enseñó  a coser, cocinar y  hacer telares."
5.- Cápac Cuna:
La Cápac Cuna es la relación de gobernantes legendarios de la que hacen mención cronistas como Guamán Poma de Ayala y El Inca Garcilazo de la vega, principalmente. En vista de que este trabajo versa más sobre el derecho que sobre la historia, haremos un breve resumen de las dos dinastías:
Dinastía Hurin Cuzco (Bajo Cuzco)
-Manco Capac:Jefe poderoso
-Sinchi Roca:Demasiado poderoso
- Lloque Yupanqui:Zurdo memorable
-MaytaCapac:Donde está el poderoso?
-Capac Yupanqui:Perdurable, poderoso
 
Dinastía Hanan Cusco (Alto Cuzco)
-Inca Roca:Ser luminoso
-YahuarHuacca:El que llora sangre
-Wiracocha:Salvador del imperio
-Pachacutec:Transformador delmundo
-Tupac Inca Yupanqui:Resplandor luminoso
-Huayna Capac:Mozo poderoso
-Huascar:Cadena de oro
-Atahuallpa
6.- Breve historia del Imperio:
Los incas llamaron a su Imperio Tahuantinsuyo, que quiere decir las cuatro partes del mundo. Estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se dividían en provincias. Al frente del Imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o los gobernadores de provincia.
La historia del Imperio se inicia en el año 1438 con Pachacútec. Este monarca, cuyo nombre significa “el transformador del mundo”, parece que fue un general afortunado en la guerra contra los chancas, un temible pueblo del noroeste que invadió y estuvo a punto de acabar con Cuzco y con los incas. Tras su victoria, fue nombrado Inca y se lanzó a una serie de conquistas militares en el norte, que lo llevaron hasta el territorio ocupado actualmente por Ecuador.
Durante sus últimos años, dejó las operaciones militares en manos de su hijo, Túpac, y se dedicó a organizar el territorio dominado, comenzando por mandar a hacer un mapa del mismo, en barro. Pachacútec tuvo la original idea de integrar a los pueblos vencidos como parte de su Imperio y no como provincias sometidas.
Combinó el sistema de tributos con un régimen de producción y distribución. También se le atribuye la reglamentación del sistema agrícola: épocas convenientes de siembra y recolección. Para ello mandó levantar columnas, en todo el Imperio, con el objeto de saber con precisión la posición del sol y de los astros. Pachacútec murió en 1471 y lo sucedió su hijo, Túpac Yupanqui.
El Inca Túpac Yupanqui gobernó el Imperio entre 1471 y 1493. Este gran conquistador llevó la frontera meridional hasta el norte de Chile y, en la costa, logró dominar al poderoso reino Chimú. Para derrotarlo, tuvo que cortar los acueductos que le suministraban agua potable desde la sierra.
Este Inca fracasó, en cambio, en su intento de dominar la selva amazónica, por lo que mandó a construir fortificaciones en las gargantas que descendían hasta ella, a fin de evitar posibles invasiones.
La muerte de Túpac Yupanqui en 1493, fue causada por una lucha entre sus mujeres, para asegurar la sucesión de sus hijos. Una de ellas lo envenenó y ocasionó una guerra civil con varias complicaciones. Finalmente se impuso Huayna Cápac, el hijo designado por el propio Inca difunto. Así comenzó el período en el que el Tahuantinsuyo llegó a su máxima extensión, aunque al alcanzarla enfrentó su fin.
Huayna Cápac estaba en medio de una de sus campañas de conquista, cuando súbitamente enfermó y murió en 1427. Si bien había tomado sus recaudos de elegir a su hijo como sucesor, éste también murió.
Se propusieron dos sucesores hermanos, Huáscar, avalado por la aristocracia de Cuzco, y Atahualpa, apoyado por las tropas militares. Así estalló la guerra civil de mayor encarnizamiento en la historia del Imperio, que se desarrolló entre 1428 y 1532. Finalmente Huáscar fue derrotado y asesinado. Atahualpa, por su parte, fue apresado por los españoles, quienes se habían aliado con pueblos enemigos de los incas para conquistarlos.
 
7.- Organización económica:
Las fuentes de riqueza incaica fueron la agricultura y la ganadería.
Los Incas organizaron su economía en base al control de diferentes zonas productivas. Como estas áreas estaban determinadas por la altura a la que se encontraban, se llamó a este sistema control vertical de la producción. Esto les permitió contar con una gran variedad de productos que aseguraban su subsistencia.
Las cuatro zonas productivas eran: la sierra, la puna, la costa y el borde de la selva.
Reciprocidad y redistribución
La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la región andina, desde antes de la llegada de los incas. Consistía en la práctica de la solidaridad y la ayuda mutua entre los miembros de una comunidad. Por ejemplo, los habitantes de un ayllu, colaboraban entre sí para sembrar y cosechar en las parcelas de subsistencia. En ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados. Los Incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllu, como una de las bases del funcionamiento económico y social de su Imperio.
La redistribución suponía el reconocimiento, por parte de los campesinos, de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad. Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.
Cuando algunos pueblos del Imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.
También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios, generalmente nobles.
 
División de las tierras
Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la ofrenda de los dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del culto.
Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también alimento para la gente que trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en campaña y para ayudar a los pueblos que por alguna catástrofe perdían sus cosechas. Estos alimentos se guardaban en los graneros. Tanto las tierras del Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el pueblo.
Tierras del Pueblo, eran de mayor extensión destinadas a los ayllus para que obtuvieran su sustento. Cada año se hacía el reparto de estas tierras entre los hombres y mujeres aptos para realizar las labores agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo), otro por cada hijo varón y medio tupu por cada hija mujer. De acuerdo a las informaciones del Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2.880 m2) y representaba una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de maíz (46 kg). En realidad, según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de terreno necesario para cultivar lo suficiente para una familia sin niños. Su extensión debía variar según la clase de tierra.
 
8.- Organización Social:
 
a) El  Ayllu
La base de la organización social del Tahuantinsuyo estuvo en el Ayllu, que se puede definir como el conjunto de descendientes de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu solidario.
En el Imperio todo se hacía por ayllus: el trabajo comunal de las tierras (tanto las del pueblo mismo como las del Estado); las grandes obras públicas (caminos, puentes, templos); el servicio militar y otras actividades.
El jefe del ayllu o curaca era el anciano más recto y sabio, asesorado por un grupo de ancianos. Sin embargo, cuando el peligro amenazaba, el mando militar lo ejercía un sinchi, guerrero aguerrido y prudente elegido entre los más fuertes del ayllu.
b) Clases sociales
La sociedad en el Incanato estuvo organizada a base de clases sociales. Existían dos clases muy diferenciadas: la Nobleza y el Pueblo. En cada una de estas clases habían diversos niveles.
Nobleza:
La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey), la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.
Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca, quienes integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas funciones, como funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos sacerdotes, etc.
Nobleza de Privilegio, no pertenecían a la familia real, sino que eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios prestados al Estado (en las guerras, en el culto religioso, en las obras públicas, etc.) habían alcanzado tal jerarquía. Tal era el caso de los jefes militares, los sacerdotes y las acllas o escogidas.
 
Pueblo:
Hatunrunas, conformada por la gran masa del pueblo. Se dedican a las labores agrícolas, aunque también prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían agrupados formando parte de los ayllus. Eran los verdaderos forjadores del imperio.
Mitimaes o Mitmaqkunas, eran aquellos pobladores que, habiendo demostrado fidelidad al Inca y asimilado la cultura quechua, eran enviados a colonizar los nuevos territorios conquistados. Había otro tipo de mitimaes, que, como castigo a su rebeldía, eran enviados a zonas distantes de su lugar de origen. Tal fue el caso de los aymaras del altiplano, que fueron trasladados a diversas regiones del Imperio, como a la actual provincia de Aymaraes, en Apurímac.
Yanacunas o yanaconas, eran personas que no pertenecían a ayllu alguno y oficiaban de criados perpetuos al servicio del inca y de los grandes señores.
 
c) El ejército
Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su estado expansionista. Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas guardaban un carácter religioso.
 
9.- Organización política
El imperio de los Incas fue desde el punto de vista político, una monarquía absolutista y teocratica. El poder estaba centralizado en el Inca a quien se le consideraba de origen divino. El derecho de gobernar se tenia por herencia. El esquema de la organización política disponía de un elemento importante de unificación mediante la lengua oficial del Tahuantinsuyo, el quechua (Runa Simi). Los incas enviaban a profesores que enseñaban y vigilaban la practica del quechua. Otro elemento de unificación fue la religión, que era  obligatoria en todos los pueblos con el culto al dios Sol, sin que se les impidiera adorar a sus propios dioses.
El Inca, era el soberano del Tahuantinsuyo que reunía en su persona tanto el poder político como el religioso; su poder no tenia restricciones, sus ordenes se cumplían con la mayor celeridad sin que nadie las objetara. La mayoría de los Incas gobernaron en beneficio popular aplicando los principios de reciprocidad y predistribución una beneficiosa característica de la sociedad incaica. El inca residía en Cusco en una palacio construido especialmente para ser habitado por el, Cusco era la cuna de los incas se convirtió en capital incaica y desde allí gobernaba ayudado por los funcionarios incaicos que viajaban de norte a sur del imperio recogiendo  información para enviar al Inca, con cuyos datos se lograba una buena administración, eficiente gracias a los mensajeros andinos “Los chasquis” que eran unos verdaderos corredores maratonistas entrenados desde niños para ser  atletas del imperio y así colaborar  a su  correcta administración. El imperio incaico que recibió la invasión de una nueva cultura, no querían ser regidos por normas y costumbres europeas como quisieron hacer creer los cronistas españoles.
El Auqui, era el príncipe heredero, este era elegido entre todos los hijos del Inca ,que eran numerosos. Según las crónicas se dice que Huayna Cápac tuvo entre 150 a 200 hijos de sangre real y otros ilegítimos. El Auqui era elegido por sus dotes : valentía, coraje y astucia. Las dotes guerreras fueron muy importantes y de igual manera los religiosos. El auqui desde el momento de su designación era preparado para gobernar ejerciendo el correinado con su padre el inca para obtener experiencia. El auqui designado usaba una  usaba una mascaypacha de color amarillo y era educado para las labores de gobierno con los Amautas (profesores) más destacados en los Yachayhuasis
El Consejo Imperial: Fue un organismo asesor integrado por los jefes de cada uno de los suyos se Encontraba gobernado por el Apo Suyo que lo hacia en nombre del Emperador (Sapa Inca). Los suyos se dividían en huamanis dirigidos por Tocricots (Apunchicks). 
El Apunchic o Cápac Apo: Fueron gobernadores regionales sujetos  que cuidaban por el orden y el cumplimiento de las normas de conducta social más deseables para una convivencia ideal a base de la reciprocidad, con miras siempre a obtener una buena producción para redistribuir. Los apunchic eran nombrados entre los guerreros mas valientes y distinguidos, ya que tenían atribuciones políticas y militares. Habitaban en  fortalezas y viajaba al cuzco para las festividades del inti raymi y rendían culto y cuentas de su labor,  al Inca y al consejo Imperial.
El Tucuyricuy (“El que todo lo ve”): Eran funcionarios estatales que viajaban de incógnitos por las diferentes regiones del imperio, observando la forma como se aplicaban las leyes y disposiciones del Inca. En el momento preciso se identificaban ante los habitantes por medio de unos hilos de la mascaypacha del Inca, luego de lo cual empezaban su labor visitaba los lugares de su responsabilidad para recoger el tributo y remitirlo al Cuzco; tenía otras funciones; podían casar parejas ,entonces se convertía en autoridad casamentera tomaba el nombre de Huarmicoco o Repartidor de mujeres, y al ejercer justicia al punto de poder condenar a muerte a los culpables era un juez criminal ,y lo llamaban TaripaCamayoc. Visitaba también las obras públicas y recomendaba las medidas a tomar sobre determinados trabajos, estaba encargado del cobro del tributo.
El curaca : La mayoría eran antiguos jefes de tribus sometidas a quienes se les conservaba su poder por haberse sometido al vasallaje y sumisión al Inca Desempeñaban las funciones de Jefes de ayllu, encargados de recoger los tributos y entregárselos al Tucciricuy para su traslado al cusco. Era el personaje que estaba en contacto directo con la comunidad y era de su obligación velar por el orden , el trabajo y la producción. Los curacas adquieran muchos privilegios por parte del inca por su sometimiento y fidelidad ,muchos fueron recompensados con las virtuosas Acllas
Entre sus funciones se hallaban: -Reparto de topos o lotes de tierras agrícolas./ -Protección de los pobres o huacchas./-Labores de mantenimiento de la red hidráulica (limpieza y reparación de canales de riego)./-Resguardo de los linderos de la comunidad./-Organización de la minka o trabajo comunal./-Redistribución de los excedentes almacenados en pirguas o collcas. 
 
10.- Manifestaciones culturales:
La cerámica: constituyo una de las manifestaciones más significativas del arte Inca, la cual era objeto de combinaciones con otras manifestaciones del arte, como se observa en la muestra del tambor de cuero y cerámica que se muestra más arriba. De muy vistosos colores y mostrando las más diversas manifestaciones culturales del pueblo se destacan las más variadas piezas.
Los telares: son otra de las muestras artistas de alta significación en el mundo Inca, ya que generalmente se asociaba su contenido a motivaciones de carácter religioso, este, combinado con la metalurgia
La música: como manifestación artística indudablemente, jugó un papel fundamental, siendo factor destacado en las festividades religiosas incaicas y en las más diversas manifestaciones sociales. “Se sabe que había música amorosa, guerrera, fúnebre y agrícola. La música inca se componía de cinco notas musicales, destacándose en la instrumentación, la percusión y los instrumentos de viento elaborado en metales preciosos, huesos humanos o arcilla. La música fue como lo es hoy, el indispensable complemento de la danza, que constituye hoy por hoy una de las manifestaciones artísticas sociales más emblemáticas de los pueblos.
Hubo otras manifestaciones de las artes plásticas como la escultura y la pintura, destacándose la primera por inmensos murales, mientras que la segunda se destacos en la representación de animales y frutos comestibles (manifestaciones zoomorfas y fitomorfas)
 
Deportes: Hubo manifestaciones deportivas, aunque no con ese concepto. -Vg.- Se practico la Lucha libre como vehículo para catalogar a los jóvenes como aptos para gobernar el pueblo. También, cuando los jóvenes debían cumplir sus demandas sociales y comunitarias se le asignaba labores como de correo, que le obligaba a recorrer distancia prolongadas lo que podría se equivalente a los maratones actuales.
Culinaria Incaica: los vegetales, cereales y carnes constituían la base culinaria del pueblo inca. La carne asada o guisada; sin embargo, se establecía sustancial diferencia en la dieta de los diferentes grupos sociales. Los nobles comían diversas variedades de carnes, mariscos y pescado en grades cantidades y postres de frutas. Usaban la sal, pimientos y pimienta como aderezos.
Religión: Como en la generalidad las civilizaciones conocidas; para los incas, la religión ha constituido una vía para la “comprensión de la mayoría de fenómenos naturales, a los que sólo se les podía dar una explicación sobrenatural.” La religión Inca explica el mundo y sus orígenes a partir de la creación divina, solo que en esta lo explica como en una especie de ensayo y error. Sostiene que: el universo es creado a partir de cuatro creaciones y destrucciones divinas encarnadas en sus dioses: Viracocha, Wari-Runa, y Purun-Runa; quienes de manera sucesiva son los que han creado y destruido sus propias creaciones dando paso a otra nueva, siendo la actual: “el cuarto universo, el mundo de los Inca” , quienes se autoproclamaron el pueblo elegido y centro del universo.
 
11.- Educación:
Los Incas se sentían llamados por los dioses para dar a conocer su civilización.
Los padres eran los educadores por excelencia entre la gente común. Enseñaban a los varones a cultivar, cazar, hacer cerámica, tejer, y a las mujeres a cocinar, limpiar y cuidar a los animales.
Aparte de esta instrucción, se ocupaban de ilustrarlos sobre el comportamiento social adecuado. Esta educación tenía una doble vertiente: positiva, de buenos consejos, y correctiva, castigándolos cuando violaban las pautas de comportamiento establecidas. Los castigos se proferían, a veces, de forma muy violenta, como azotando o rasguñando con espinas muy filosas.
Tras los padres, los ancianos constituían el segundo nivel pedagógico. Su influencia educativa era enorme porque se los consideraba depositarios de dos valores fundamentales: experiencia y tiempo.
Sólo los hijos de la familia real y de los nobles concurrían a las escuelas. Se creía que las ciencias le pertenecían solamente a ellos.
La enseñanza de las escuelas se limitaba a aprender contenidos de memoria. Comprendía un extenso programa de religión, gobierno, urbanidad, arte militar, cronología, historia, educación de los hijos, poesía, música, filosofía y astrología.
Los maestros se llamaban amautas, que es sinónimo de sabio o filósofo, y eran muy estimados.
Las escuelas se concentraban en un barrio de Cuzco y se denominaban Yachahuaci, o casa de enseñanza. Allí vivían los amautas y los haravec, o poetas.
Lo verdaderamente sorprendente es que toda esta enseñanza la hicieran con tan sólo la ayuda de los quipus, o cuentas de nudos, donde registraban su historia, su legislación, su demografía y los ingresos y gastos estatales.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL “DERECHO” EN LA SOCIEDAD PRE INCA:
 
El “derecho” primitivo, se basa principalmente en la costumbre. Según Du Pasquier: "La costumbre es un uso implantado en una colectividad y considerado por ésta como jurídicamente obligatorio; es el Derecho nacido consuetudinariamente, el jusmoribuscostitutum".
En la etapa primitiva es difícil separar las normas morales y religiosas de las jurídicas, y cuando el Derecho se independiza de la moral y de la religión, conserva su naturaleza consuetudinaria, puesto que los procesos legislativo y codificador son una novedad posterior (Post conquista).
 
 
HISTORIA NO OFICIAL:
LA NO EXISTENCIA DE UN DERECHO INCA
 
INTRODUCCIÓN
Si bien los Incas aparecen en el escenario histórico peruano recién en el siglo XII d. C. y perfeccionan su Estado con ribetes de imperio a partir de 1438 cuando Pachacútec vence a la aguerrida tribu de los chancas, sólo pueden ostentar una escasa duración de 94 años, puesto que en 1532 fueron derrotados y conquistados por un minúsculo grupo de españoles. En verdad, no fueron los europeos los titanes de la jornada bélica, sino las mismas etnias que fueron conquistadas y expoliadas por los Incas. Estas, azuzadas por los españoles aprovecharon la oportunidad para vengarse de sus antiguos conquistadores: los quechuas. Con justa razón, Pablo Macera señala "que los Incas serían más bien originarios de la puna alto andina, agricultores secundarios, cultivadores de tubérculos y criadores de auquénidos, de cultura inferior a la que los de los primitivos habitantes del valle, pero superiores a ellos en capacidad bélica, por su mismo grado de barbarie".
Hasta ahora hemos visto una nueva versión de la historia Inca. Hemos dejado de lado, esa historia narrativa maravillosa para convertirnos en severos críticos de la realidad del Estado Inca, alejados de la retórica usual para determinar si realmente hubo o no Derecho en aquel entonces. Por eso, al igual de Pease, tenemos que decir que "una nueva perspectiva del Tahuantinsuyo requiere entonces asumir críticamente el camino recorrido y recoger sus experiencias".
Hablamos de Estado y no de Imperio, porque esta palabra obedece más a idiosincrasias de otros pueblos allende los mares. (Rostworowski). Antes que los Incas, fueron los Wari quienes desarrollaron una hegemonía estatal amplia o extensa y de mayor duración que los mismos quechuas (siglos VII al X después de Cristo). La doctora Rostworowski apunta: "Cuando se trata de las conquistas incaicas debemos aclarar que, según las evidencias arqueológicas conocidas a la fecha, su expansión databa de poco más de un siglo antes de la llegada de los europeos"; y, más adelante, agrega que la conquista sobre los chancas apertura las fronteras para la expansión Inca.
Este rápido crecimiento en tan corto tiempo, los llevó a expoliar a las etnias conquistadas o aliadas y, lo peor aún que la reciprocidad cada día fue más asimétrica, hasta el grado que quiso ser desconocida por los propios Incas, lo que origino el descontento de las etnias que se tradujo en las sublevaciones y apoyo a los europeos cuando éstos se presentaron como enemigos de los quechuas.
Espinoza Soriano señala enfáticamente "Los Incas prácticamente ya se dijo, no crearon instituciones nuevas, no agregaron en realidad nada a lo que ya venía funcionando y conocían las sociedad andinas desde centenares y milenios antes de la aparición de la etnia Inca en el valle del Cusco. La acción de ésta se circunscribió a consolidar y a afianzar la subordinación de los pueblos vecinos y a extender su imperio mediante la anexión de etnias o nacionalidades extranjeras. No añadieron nada. Ni siquiera adicionaron modernas prerrogativas a la autoridad del sapa inca. La aparición y crecimiento cuantitativo del Estado del Tahuantinsuyo, asimismo, no provocó ninguna transformación cualitativa o estructural respecto a las sociedades anteriores sobre cuyas bases se impuso. Constituye simplemente una faceta más de un vasto proceso histórico, virtualmente estacionario y repetitivo, o mejor dicho, cíclico, que es tal como concebían al mundo y a la historia ellos mismos".
Este Estado convulsionado en crisis no logró la unidad política, social, económica, religiosa y jurídica que los historiadores de la escuela tradicional plasmaron en sus monumentales obras. En realidad, el Estado Inca creció o no tuvo integración, como aún hoy en día no la tiene realmente el Perú.
Como conclusión sostenemos que el Estado Inca fue un conglomerado de tribus, pueblos o etnias, con característica y peculiaridades diferentes, disímiles y hasta contrarias entre sí. De ahí que la colonización Inca y los vínculos de reciprocidad y distribución, también se aplicaron diferentemente en función a cada etnia. Las relaciones del Estado Inca con los pueblos o naciones conquistados o aliados, según el caso, diferían de unos a otros. Esta situación también contribuyó a la desintegración.
 
EL ESTADO INCA
En su libro “A Panorama of theWorld Legal Systems”, J. H. Wigmore no incluye el sistema Inca aduciendo para ello tres razones: 
Los Incas no tuvieron un sistema de escritura, sólo cuerdas y nudos, de modo que sus leyes no han llegado hasta nosotros; 
Lo que sabemos acerca de ese Derecho proviene de los conquistadores españoles que no son dignos de entero crédito a este respecto; 
Los relatos o versiones existentes son muy incompletos para reconstruir el sistema.
Cierto es que los Incas carecieron de escritura en el sentido que la cultura occidental da a esta palabra; pero tampoco quedan leyes escritas de otros pueblos cuyo sistema jurídico se estudia científicamente. Sabemos acerca de ellos no sólo por testimonios españoles directos sitio también por crónicas escritas por indios (Guamán Poma), mestizos (Garcilaso) y aún españoles "aindiados" (Betanzos). La crítica externa de autenticidad y de procedencia y la crítica interna de sinceridad y exactitud son viables tratándose de todos estos testimonios directos en razón de su multiplicidad, la variedad de los puntos de vista, las diferencias de condición de los autores (soldados, juristas, sacerdotes, etc.) y, sobre todo, por sus múltiples orígenes (experiencias personales, versiones de testigos o actores y de descendientes de ellos e informaciones de indios, sea quipucamayocs, miembros de la familia imperial, miembros de la nobleza regional o local u otras personas). Por otra parte la finalidad de dichos documentos es muy heterogénea, existiendo en unos casos el propósito de desacreditar a los Incas, en otros el de defenderlos o el de estudiarlos en forma objetiva, lo cual ayuda también a una amplia valoración crítica.
Además esta relación con el Derecho inca puede recogerse datos no sólo de las crónicas sino también de las actas de cabildos de las ciudades, de documentos sobre posesión y propiedad de tierra, pleitos de comunidades, etc. es decir de variadas fuentes de Derecho legislado, convencional y judicial.
El Derecho Inca influyó en el Derecho indiano y quedó rigiendo, era latirte, como Derecho consuetudinario, en el Perú posterior a la Conquista.
El método comparado, aplicado en forma prudente y juiciosa, puede iluminar muchos aspectos de este sistema.
En suma, la tesis de Wigmore carece de validez eximida desde el punto de vista rigurosamente objetivo. En caso de ser aceptada habría que renunciar también a estudiar la economía, la sociedad y la organización política de los Incas, es decir la totalidad de su historia.
 
LA LEY DEL INCA Y LAS COSTUMBRES LOCALES PRE–INCAS
En las fuentes de producción del Derecho se encuentra, entre otras, la costumbre. En el caso del Derecho primitivo, la única posibilidad de creación de un orden jurídico es basada en esta fuente, es decir, en la costumbre. Así lo afirma Du pasquier: "La costumbre es un uso implantado en una colectividad y considerado por ésta como jurídicamente obligatorio; es el Derecho nacido consuetudinariamente, el jusmoribuscostitutum".
Asimismo, en la etapa primitiva es difícil separar las normas morales y religiosas de las jurídicas, y cuando el Derecho se independiza de la moral y de la religión, conserva su naturaleza consuetudinaria, puesto que los procesos legislativo y codificador son relativamente recientes. Sin embargo, es momento de desterrar la equivocada afirmación de que el "Derecho primitivo es en verdad la totalidad de las costumbres de la tribu" tal como lo señala la obra inglesa de 1924 que lleva por título "Derecho Primitivo" (Primitivo Law) de E. SydneyHartland. Esta teoría fue reforzada por el profesor inglés B. Malinowski, dentro de la corriente de la etnología jurídica, sobreestimando la costumbre como fuente capaz de producción de Derecho. No en vano, el Derecho inglés es consuetudinario.
Contrariamente, surge la teoría de Seagle que sostiene la carencia de Derecho de las sociedades primitiva y su dependencia automática de la costumbre. Es más, este tratadista, subraya la diferencia entre Derecho y costumbre, como bien nos lo recuerda E. AdamsonHoebel.
La teoría de Seagle es actualizada y sostenida trece años después con los planteamientos del profesor Paul Bohannan ("Law and Warfare", New York, 1967), quien insiste en que "El Derecho debe ser distinguido de las tradiciones y de las modas y más específicamente de la norma y de la costumbre". Es más, creemos también que en el caso específico del Derecho Primitivo, etapa Inca que se le atribuye la existencia de un Derecho como tal, es oportuno citar a Hans Kelsen cuando sostiene "La ciencia del Derecho ha tomado en préstamo de la filosofía moral la noción de obligación, pero entre una obligación jurídica y una obligación moral hay la misma diferencia que entre Derecho y  moral (Teoría Pura del Derecho).
En consecuencia, debe quedar claro que el Derecho no es la costumbre, ni tampoco un conjunto o sistema de normas puramente ideales o irrealizables por falta de poder o dominio del Estado sobre sus súbditos o ciudadanos. Luis Recasens Siches dice: "Por otra parte, es verdad que tampoco es Derecho un sistema de normas elaboradas positivamente por los hombres en una cierta situación histórica y de las cuales se predica vigencia formal pero que en su conjunto aún no han obtenido realización efectiva, es decir, que no son de hecho cumplidas regularmente. Tales normas carentes de realización fáctica regular no son Derecho. Serán a lo sumo una pretensión de Derecho, un propósito frustrado de derecho, un intenso fallido de ser Derecho. Podrán ciertamente tener forma jurídica, pero no Derecho en la significación genuina de esta palabra".
Dentro de este contexto, debemos precisar ahora la situación del Estado inca, María Rostworowski dice: "La fragilidad de las bases sobre las cuales reposaba el Estado inca era excesiva como para hacer frente a la rebelión de los grandes señores andinos y a la conquista europea con superior tecnología". Asimismo, al igual que Franklin Pease, afirma que no hubo integración nacional "Su acción se limitó al reconocimiento y al aprovechamiento de los recursos humanos y territoriales en poder de los señores étnicos"… "Los curacas andinos mantenían su poder (para nosotros su orden jurídico, es decir el conjunto de costumbres morales y religiosas) gracias al manejo de las relaciones de parentesco y de una reciprocidad asimétrica (entrega de energía humana a cambio de servicios derivados del ejercicio de la autoridad), añadiendo la redistribución de los bienes producidos por dicha energía proporcionada por las unidades étnicas".
Las normas de los incas no se aplicaron realmente porque el mismo principio de reciprocidad limitó el poder o la coacción de la autoridad incaica. En efecto, "La hegemonía inca no intentó anular la existencia de los grandes señoríos étnicos porque sus estructuras socioeconómicas se apoyaban en ellos, como no suprimió sus particularidades "(Rostworoski). Es más, el mismo Pease dice: "…no puede afirmarse la existencia de un único modelo de colonización cusqueña en el amplio territorio que llegó a dominar el Tahuantinsuyo". Por ejemplo, en el área Lupaza, "los cusqueños parecen no haber alterado en nada las relaciones de poder y producción, salvo la imposición de un control económico sobre el único recurso producido en gran escala al margen de la alimentación: la ropa y los rebaños que la hacían posible".
Frente a la multiplicidad de etnias con la compleja red de relaciones de reciprocidad diferentes respecto a cada pueblo y con la amplia o benevolente tolerancia para las naciones que aceptaban esa interrelación que convenía a los Incas, es difícil hablar de un Derecho: en todo caso, es mejor y más prudente, denominarlo pre–Derecho o una "pretensión de Derecho" al decir de Recasens Siches. De otro lado, hubo carencia de derechos frente a los deberes que por costumbre e imposición estaban obligados a cumplir los miembros de las etnias. Cada etnia tenía sus propias reglas o normas religiosas, morales y jurídicas, constituyendo, entonces, un conjunto o sistema pre–jurídico.
No obstante, este pre–Derecho tiene una serie de aspectos dignos de ser estudiados: la reciprocidad; la redistribución de excedentes, la reproducción vertical y el efecto de los ecosistemas o microclimas.
 
¿POR QUÉ PRE–DERECHO INCA?
En vista de que el Estado Inca se encontraba en una constante superación que se había iniciado al promediar el siglo XII, cuando los quechuas, tribu aguerrida y vencedora que habitaban el valle del Cuzco (los Pocras, los Lares y los Huallas), formaron una gran confederación y llegaron a dominar a todos los pueblos del lugar. A Partir de entonces, se comenzó a perfilar lo que años más tarde sería el estado Inca, con miras a transformarse en Imperio, que lamentablemente no se concretó por la conquista europea.
Los Incas en su expansión, se encontraron con un entorno diverso, disímil, contradictorio, sin embargo, existían patrones comunes que, de una forma u otra, es la que marca la unidad histórica y cultural de los andes (Valcárcel Vizcarra). Con el control vertical y modelo de producción que supone una explotación también vertical, en virtud a la cordillera andina y que gracias a la altitud, se dan diferentes y variados pisos o ambientes ecológicos, lo cual facilitó que los pueblos andinos lograran una cierta autosuficiencia, desarrollada por la variedad del clima, situación y/o condición magistralmente aprovechada mediante los andenes. Dicho sea de paso, el hombre andino tuvo un concepto de la propiedad discontinua, que justamente se da en ese variado mundo de los pisos ecológicos y que consisten en que un curaca tiene señorío sobre tierras ubicadas en diferentes ambientes ecológicos. De otro lado, fue la manera más inteligente de encontrar una solución a la escasez de tierras de cultivo y obtener, a la vez, diversidad de productos agrícolas.
Pues bien, todo ello permitió el desarrollo de una especie de autarquía local, rígidamente cerrada, y logró que determinados señoríos de niveles superiores de organización, defensa, costumbres o pre–derechos locales –donde existía poca diferencia entre lo moral, lo religioso o lo "jurídico"– lograron rechazar airosamente a los incas, quienes tuvieron que luchar e imponerse; pero, otras etnias o señoríos, quizá la gran mayoría, aceptaron la superioridad Inca bajo negociaciones que se basaron en el principio de la reciprocidad de relaciones, dando base al primer fundamento del pre–Derecho inca. 
Se plantea "que los principios fundamentales de la organización socioeconómica de las sociedades andinas eran la reciprocidad, la redistribución y el control vertical de la ecología".
FUNDAMENTOS DEL PRE-DERECHO INCA
Se habla de un pre–Derecho Inca porque el conjunto de normas, costumbres morales, religiosas y económicas no aparecen en una estructura orgánica completa o sistematizada bajo instrucciones jurídicas propias del Derecho. En todo caso, podríamos señalar como hipótesis de trabajo que los Incas estaban en camino de estructurar su Derecho, dejando atrás el pre o actos previos que sólo anuncian el alborear de algo. Y ésta es la constante en los pueblo primitivos donde el Derecho "no aparece completo y perfecto" como lo señala Jorge Basadre Grohmann.
Sin embargo, siguiendo a Henry Maine sabemos que el Derecho Penal aparece antes que el Derecho Civil. De ahí que las normas o costumbres morales y religiosas se confundan con el Derecho. La sola presencia de las reglas morales que se expresaban en las famosas frases de los AMAS -kella, Sua, Llulla, Sipix, Mappa, Maclla, etc. no nos confirman la existencia de todo un Derecho Penal Inca. Es de conocimiento general que estos refranes no seas prezoso, no seas mentiroso, no seas ladrón, no seas asesino, no seas pervertido, no seas afeminado, etc. fueron utilizados como una simple salutación tan igual como lo fue el "salve" romano, o lo es aún el "shalom" israelí (Pease).
Un poco de los estudios más serios sobre el Derecho Penal Inca, es el Franklin Pease y aparecido en el N° 29 de la Revista Derecho de la Universidad Católica (Lima, 1971) bajo el título de "Aproximación al delito entre los Incas", y en él afirma que "la religión preside el mundo jurídico de los pueblos arcaicos", donde el "tabú" es guardado y conservado por las normas consuetudinarias y, finalmente, asimilado al Derecho, pero, este Derecho como tal no se dio en los incas, sino simplemente para preservar lo correcto, lo real o lo verdadero para el hombre tradicional.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LAS PERSONAS Y EL RÉGIMEN DE SUS BIENES
 
Las personas en el Derecho inca, desde el punto de vista de la división por edades:
Según se cree la división por edades tiene sus raíces en la cultura Totémica. Los incas lo llevaron a cabo con fines prácticos, en relación con la producción económica. Su importancia resultó entonces, por lo tanto, no solo privada, familiar o comunal sino también estatal. 
La edad no era contada por años estrictos. “Ninguno sabía los que tenía. Solo por el sujeto y disposición de cada uno se gobernaba”.
LA NIÑEZ Y LA INICIACIÓN
El hecho de ser padre daba lugar a cambios en la situación jurídica y económica. Al nacimiento de un niño varón correspondía entre las comunidades, según tradicionalmente han repetido los cronistas, la dación de un tupu adicional y al nacimiento de una mujer, medio tupu, refería Guamán Poma.
Miembro de pleno derecho en la sociedad eran solamente los adultos. Correspondía al niño un estatuto social que enmarcaba su vida dentro del ascetismo y de la obediencia. Los padres debieron tener la facultad hasta de sacrificar a sus hijos en determinadas ceremonias; pero debieron tener, la obligación de aceptar que el Estado se los quitara para el cumplimiento de fines de administración o de culto. Apenas podían, los niños debían servir a sus padres y madres en las ocupaciones de la casa y luego guardar el ganado, hacer tejidos, llevar mensajes y otras ocupaciones análogas proporcionadas a la edad. Los ancianos o roctomacho, a la vez que honrados y obedecidos eran, se ha visto, muy temidos. La obediencia de niños y mozos se hallaba, tal vez, hasta reglamentada por el Estado (Guamán Poma).
Las verdaderas ceremonias de iniciación se realizaban entre los incas por sangre, es decir entre la nobleza imperial. Eran los jóvenes de esta casta, junto con los hijos de curacas, los únicos que acudían a las escuelas, donde los amautas les enseñaban preferentemente.
LOS HOMBRES COMO  PERSONAS Y COMO COSAS
Los seres humanos no solo fueron considerados como sujetos sino también como objetos. En esta última condición podrían mencionarse:
Los niños y jóvenes para sacrificios.
Las mujeres que usaba o donaba.
Los servidores entregados al inca por los jefes regionales o locales y a los entregados a éstos por los jefes inferiores o por sus comunidades.
En lugar aparte hay que considerar los sacrificios en masa de mujeres y servidores de los incas y grandes señores que fallecían. Le enterraban con mucha basilla de oro y plata y a los pajes y camareros y mujeres que él quería lo mataban y a la mujer más querida la llevaba por señora coya.
 
LA PROPIEDAD PRIVADA ENTRE LOS JEFES PRE-INCAS
La plena existencia de la propiedad privada corresponde, en general, a una etapa histórica en que los agrupaciones clánicas y gentilicias se derrumbaban, las familias se emancipan y aíslan, y se impone una capa señorial dividida en familias que tienen esclavos y servidores.
Varias veces se ha repetido ya que este proceso no se completa en el Perú inca. Pero eso no quiere decir que no llegue a esbozarse o a iniciarse. Ello se comprueba estudiando la condición, así como los derechos del curaca en las culturas inmediatamente anteriores a la expansión de los incas. Toda la aldea concurría al cultivo de sus campos, a la construcción de sus casas y al cuidado de su ganado. La importancia de la propiedad señorial debió, variar según el poder de los distintos jefes locales o regionales.
 
PROPIEDAD DE CURACAS, FUNCIONARIOS Y NOBLES IMPERIALES ENTRE LOS INCAS
Los curacas, así como los funcionarios y los miembros de la nobleza imperial, poseyeron mujeres, esclavos, piezas de cerámica, tejidos finos, armas y adornos preciosos. Poseyeron también tierras. A la gente noble como eran los curacas, señores vasallos, les daban las tierras conforme a la familia que tenían de mujeres e hijos y concubinas, criados y criadas. A los incas de sangre real daban el mismo respeto donde quiera que vivían de lo mejor de la tierra; y estos sin la parte común que todos ellos tenían en la hacienda del rey y en la del sol, como hijos de éste y hermanos de aquél.
Las tierras de la nobleza local e imperial que no eran muy extensas, debieron ser cultivadas, por los tributarios, junto con las tierras del inca. Las que eran muy extensas debieron correr a cargo de servidores especiales.
 
DONACIONES DEL INCA
El inca, en virtud de su dominio eminente, tuvo la facultad de hacer donaciones. En ésta una de las notas más fundamentales del Derecho de aquella época.
Algunos han restringido estas donaciones a los bienes muebles. Tenían los incas gran cuenta con los que les hacían particulares servicios en las cosas de la guerra como en otros cargos que les encomendaba y la orden con que los remuneraban era conforme a los servicios que les hacían por pequeño que fuese el servicio era gratificado en su tanto y como iban creciendo los servicios así iban aumentando las mercedes.
A esto había que agregar entre las donaciones más preciadas la entrega de servidores hombres, de ganado y de tierras.
 
PROPIEDAD DE LOS MITIMAES
Como es bien sabido, fueron los mitimaes, pobladores trasplantados de una región a otra, sea para colonizarla o para evitar sediciones. 
Hubo un tipo especial de mitimaes de confianza puestos a trabajar en desiertos y despoblados. A estos colonizadores se les escogió dentro de los comarcas de igual temple. Se les repartía los campos proveyéndoles de ganado y mantenimientos, todo lo que había menester hasta tener fruto de sus cosechas. Por algunos años no se les pedía tributo, antes eran proveídos de mujeres, coca y mantenimiento.
No hay datos suficientes en esta afirmación para colegir si los repartos de tierras eran individuales o por ayllus, pero aquellos no parecen imposibles. Tratándose de los mitimaes en los cultivos de coca, la presunción de propiedad privada surge más evidente.
 
 
LA ENTREGA DE TIERRAS PARA SU CULTIVO Y LOCACIÓN DE SERVICIOS
Los incas no conocieron un sistema jurídico estricto, por lo que no conocemos ahora si hubo un contrato de arrendamiento entre el Estado y el arrendatario. Es evidente que esta relación jurídica para el uso temporal de una cosa, no fue conocida hasta que aparecieron los españoles. Pero, si cabe expresar que en algunas circunstancias durante el corto periodo histórico inca se llegaron a entregar tierras y lotes de cultivo por terceras personas coincidiendo en algunos casos con su descanso en el cultivo.
 
LA PROPIEDAD INCA, COMO MANIFESTACIÓN DE DERECHO PREMIAL
La propiedad, aún en los casos en que fue entregada a un individuo, surgió dentro de moldes, distintos a los elaborados por el Derecho romano. Fue, no solo, como se ha visto, Derecho delimitado, poder en el cual convivían deberes para la familia, los vecinos, los jefes y el inca. Además fue símbolo o representación de una superior jerarquía social o política que, a su vez, implicaba un repertorio más cuantioso o más delicado de deberes; y, en proporción considerable, premio, es decir, recompensa por méritos o servicios especiales. Apareció, pues, en este segundo caso, la propiedad dentro del marco del llamado por algunos Derecho premial, en contraposición al Derecho penal. En esa forma, en la escala de los valores jurídicos, la propiedad de la tierra vino a estar colocada (sobre todo para quienes no eran incas por la sangre) precisamente en el extremo opuesto a la pena de muerte y a las penas más infamantes; y la propiedad privada de objetos muebles resultó un lugar intermedio de esta escala del Derecho premial, como en la escala del Derecho penal ocupó un lugar intermedio la pena de azotes o la destitución del empleo.
Nunca, en cambio, se destacó la propiedad privada ilimitada en su cuantía a los derechos a ella anexos, con absoluta exclusión de terceros, con facultad para trabajarla o no con libertad de exposición.
 
 
 
 
EL DERECHO PRIVADO INCA Y SUS CARACTERÍSTICAS
Para todos los atenuantes que se opongan al colectivismo inca, el siguiente hecho es incontestable: 
La propiedad no podía ser al menos en la inmensa mayoría del territorio, objeto de venta. Ello influyó evidentemente para la pobreza del desarrollo privado. Solo desde que se produce una relativa asimilación de la tierra a los bienes muebles, haciéndose ella intercambiable o compensable, el Derecho de cosas, obligaciones y sucesión. Por otra parte, no hubo entonces un número suficiente de objetos de valor mobiliario que constara con la relativa inmovilidad de la tierra, alterada solo por repartos, entregadas o donaciones hechas por el poder público.
Esta situación repercutió en otras esferas del Derecho, así, en el Derecho de las personas, en cuanto se refiere, por ejemplo, a las consecuencias económicas del matrimonio, que fueron muy limitadas y explícitamente prefijadas; en el Derecho penal, en relación con los principios de compensación y de indemnización.
Otra causa que contribuyó al empobrecimiento de los Derecho civil y comercial estuvo en las características autárquicas de la vida del tributario común. 
En contraste con esta insipiencia de los Derechos civil y comercial como tales, aparece el considerable desarrollo del Derecho público por la vasta trabazón de derechos y obligaciones creados al individuo frente a la comunidad o al Estado y a éstos frente al individuo, derechos y obligaciones que penetran hasta el mismo campo de la vida íntima. 
 
LA PERSONA Y EL REGIMEN DE SUS BIENES
 
DIVISION  ENTRE LAS PERSONAS
Desde el punto de vista de las personas entendidas como personas  naturales, cabe hablar de derechos incas, más que de un derecho inca único. Si la ley, tenía, a veces, variedad horizontal, es decir, según las distintas zonas del territorio, también resultó distinta desde un punto de vista vertical, es decir en relación con las clases sociales, las profesiones u oficios, las parcialidades o grupos locales, los lugares de origen, las edades. La jerarquía de derechos y obligaciones varió, pues, en los siguientes casos:
Monarca, “gran familia” imperial, nobleza local o regional, nobleza por nombramiento.
Administradores, sacerdotes, jefes militares, sabios, etc. (dentro de las distintas capas de nobleza citadas).
Agricultores, soldados, artesanos, servidores, etc (dentro de la masa plebeya).
Tributarios comunes, “mitimaes”, “acllas” (dentro de la masa plebeya).
“Hanan” y “hurin”.
Las diferentes tribus o ayllus, con distintivos especiales en el vestido.
Las diferentes edades de hombres y mujeres.
La diferencia entre nobles y plebeyos se mantuvo estricta en todo orden de cosas. En el privilegio de recibir enseñanza de los amautas solamente otorgado a los hijos de los incas y curacas.; en la exención de tributos, propia también de la categoría señorial; en el uso de determinada calidad de ropa y de determinados distintivos que permitían la más fácil identificación según la clase social; en el consumo de chicha y de coca, negado o permitido en virtud de gracias especiales a los plebeyos y permitido con mucha más liberalidad a los personajes; en el usufructo de mujeres, pues los tributarios debían ser monógamos o casi monógamos, mientras la poligamia funcionaba en las altas clases; en el derecho de tener  asiento o de viajar en literas que solo era concedido a personas de rango; en la diversidad de sanciones por la perpetración de delitos, así como de jueces y hasta de funcionarios encargados de cumplir sus mandatos; en la costumbre de la momificación o del entierro aparte o del servicio mortuorio en gran escala, también obedecía a reglas de jerarquía social; y hasta en el uso de los caminos. Debieron, en efecto, las grandes vías de comunicación del imperio ser usadas tan solo para el cumplimiento de  objetivos  oficiales u oficialmente aprobados, como era el paso del inca, de los nobles, de los guerreros, de los correos, de los funcionarios, de los colonos y de los demás servidores del estado, mientras que el resto de la población o no debía moverse, o debía utilizar otras sendas.
Las leyes referentes a los súbditos se refirieron en la mayoría de los casos al individuo colectivo (aldea, ayllu, familia o tribu). La individualización en la aplicación del derecho plebeyo o común más bien correspondió a los casos de recompensa o castigo (derecho premial o derecho penal); y aun en la penalidad misma surgió a veces la penalidad colectiva.
 
 
 
LAS DIVISIONES PROFESIONALES
Los que pertenecían al linaje de los incas o a la nobleza de las diferentes provincias o a la nobleza por nombramiento, estaban consagrados a las tareas de gobierno y administración o religión, o a la astrología y la filosofía, según GUAMAN POMA. En cambio, los del pueblo cultivaban los oficios y profesiones de carácter práctico o de lujo. Las más importantes para la vida económica eran las ocupaciones de agricultor, pastor y minero. Como artesanos puede mencionarse: pintores en paredes, en queros y en mates, carpinteros, canteros, olleros, plateros, bordadores, rederos, tejedores; y, como artistas cantores, músicos, farsantes. Estos debieron trabajar al servicio de los incas o de los señores. Oficios de mujeres ejercidos en la vida doméstica debieron ser los del arte cerámico y textil, costurería, panadería  y cocina. Dentro de un lugar aparte habría que considerar a cirujanos y hechiceros.
En la clase más despreciable, baja o degenerada, debieron estar algunas especies de adivinos, encantadores y curanderos que actuaban únicamente sobre las masas supersticiosas del pueblo ( wih´sas). Nadie podía ejercer las funciones de wih´sas sin el consentimiento de las autoridades locales y no podían traspasar a ellas asignados.
Contra todo  lo que ha podido creerse, también el estado de los incas conoció individuos fuera de ley, bandoleros o fascinerosos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DERECHO FAMILIAR INCA.
El inca practicaba la poligamia e incluso podía contraer matrimonio con su hermana a fin de conservar la pureza de sangre.
A la nobleza inca también le era permitido contraer matrimonio poligámico. El Inca cada cierto tiempo casaba a los nobles en la ciudad del Cuzco. 
El soberano se colocaba en medio de los contrayentes, los llamaba y les tomaba de la mano para juntarlos. Este matrimonio se denominaba “entregados por las manos del Inca y sus esposas eran mujeres legítimas.
El matrimonio del pueblo era monográfico y tenía como finalidad la asistencia recíproca. Su característica era la indisolubilidad. Para algunos autores, la finalidad del matrimonio respondía a intereses económicos como la extensión de la propiedad o la conservación del usufructo de tierras de la comunidad.
El interés del Estado incaico, en dichas uniones maritales era formalizarlas a través del gobernador, con el afán de recibir los tributos y contribuciones.
El matrimonio era considerado también como un acto civil, algunas veces adoptó la forma contractual de la compra que se realizaba con intervención de un funcionario público. 
Coexistieron, al lado de la institución nupcial el matrimonio por rapto y las uniones de hecho en forma legal.
El régimen patrimonial del matrimonio del pueblo del Tahuantinsuyo se originaba en la donación que hacía el Estado incaico mediante la entrega de un topo de tierras al varón y medio topo para la mujer. 
A ello se suman, los aportes de la comunidad en la construcción de sus viviendas y el cultivo de sus chacras, el de sus progenitores y el de los mismos pretendientes consistentes en prendas y alimentos que le daban seriedad y solidez a dichas uniones. Una vez contraídas éstas, la fidelidad era celosamente exigida y el adulterio severamente castigado.
 
 
 
 
 
 
 
SERVINAKUY
 
TERMINOLOGÍA DEL SERVINAKUY
El término servinakuy tiene origen quechua. Se forma con la abreviatura castellana “servi”, alusiva a servicio, y el afijo quechua nakuy, que tiene una connotación de mancomunidad, ayuda o participación. 
Tiene diversas denominaciones según las regiones:
Servinakuy, en el departamento de Apurímac, parte del Cuzco, Ayacucho, Huancavelica y Junín.
Misque sirvanacuy, en algunas regiones del Cusco.
Sartasi, en algunas regiones de los departamentos en los lugares donde tuvo afluencia y se habla el aymara.
Tinkunakuspa, usada en la comunidad de los Wancas.
Tincunacuy, en parte de Jauja.
Rimacucuy, en parte del departamento de Puno y Cusco.
Munacuray, en algunos lugares del Cusco y Huancavelica.
Topacashca, en el departamento de Ancash.
Yachanacuy, en algunos lugares del departamento de Junín. 
Todos estos vocablos son de significación idéntica, que indican el estado matrimonial o la vida conyugal de los campesinos, señalando la relación conyugal de carácter firme y permanente; pero el término genérico, es el de servinakuy, usándose en menor proporción las demás sinonimias.
 
CONCEPTO DE SERVINAKUY
Para Héctor Díaz Valdivia, puede ser que desde el punto de vista occidental o del Derecho estricto, el “servinakuy” constituya una modalidad del concubinato, pero desde el punto de vista del legislador incaico o preincaico podría tener otra naturaleza jurídica.
Mallqui sostiene que algunos de mentalidad occidentalizada lo llaman matrimonio a prueba; pero él considera que se trata de un matrimonio.
Para algunos, se trata de un matrimonio de prueba, para otros de un matrimonio por compra, y actualmente lo denominan matrimonio consuetudinario o sociológico.
Muchos han definido el servinakuy como matrimonio de compra, por los obsequios que se otorgan los “contrayentes”; como un servicio, por los trabajos realizados sea por el varón, por la mujer o por ambos durante las relaciones concubinarias; y como matrimonio de prueba en razón del tiempo de la convivencia para “probar” la compatibilidad de caracteres, entre otros aspectos.
Actualmente, el servinakuy llega a ser en algunos lugares una etapa previa al matrimonio católico y al matrimonio civil. 
En definitiva, parece no haber consenso en cuanto a determinar si el servinakuy es hoy una experiencia previa al matrimonio católico, o si, una vez cumplido, se hace permanente sin la formalización canónica ni civil, o si es, desde el inicio, un “matrimonio sociológico o de Derecho consuetudinario” con vocación de permanencia indefinida.
El servinacuy es una institución de Derecho Natural, basada en una normatividad, controlada por los adultos de la sociedad andina. Se trata de un proceso de convivencia entre un varón y una mujer que se hace posible en tres etapas: la pre-concubinaria, la concubinaria de prueba y la concubinaria permanente.
La Pre-concubinaria
En la etapa pre-concubinaria se presenta la selección mutua sin participación de los padres, donde se desarrolla una vida sentimental con la característica de la inexistencia de vida en común, aunque existan relaciones sexuales esporádicas. La joven luego del rapto, vuelve al hogar paterno con el marido y los familiares de éste.
Posteriormente, se realizan una serie de ritos para hacer pública la convivencia como el ceremonial de la masticación de la coca que consolida la unión. Durante esta ceremonia los padres realizan los anticipos de herencia y se inicia el período de convivencia.
La Concubinaria de Prueba
La etapa del concubinato prematrimonial o el concubinato de prueba, consiste en que el hombre casadero, toma una mujer con conocimiento de sus padres y familiares y convive con ella algunos meses o años.
En esta etapa, se analiza la compatibilidad de caracteres, las aptitudes domésticas y laborales de cada cual. Ambos se someten a un análisis de su conducta y de su capacidad para fundar y conducir una familia. 
La historia peruana nos comenta que el número de parejas que se deshacen es ínfimo.
Se presume que el servinakuy prematrimonial, cuenta con un régimen patrimonial temporal y de transición porque los bienes que reciben como obsequios de sus parientes y amigos, así como los propios sólo adquirirán el carácter de permanentes, pasado el período de prueba. 
Si el enlace no llega a formalizarse o adquirir carácter duradero, existe la obligación de devolver los obsequios recibidos o su equivalente en dinero o en trabajo.
 
La Concubinaria Permanente
La etapa concubinaria permanente, está comprendida por el compromiso de formar una familia estable, equivalente al matrimonio civil convencional. Sin lugar a dudas, debemos decir que se trata de una unión marital que debe ser considerada como un matrimonio natural aceptado por su comunidad. Recordemos que para el Imperio Incaico el matrimonio era de interés social, por tal razón se le consideró un consorcio de vida indisoluble e incluso el adulterio tanto del hombre como de la mujer, era un delito grave. 
El servinakuy tiene un código consuetudinario que admite impedimentos para su realización, como: las personas que sufren de alteraciones mentales, los tullidos, los ciegos, los sordomudos, los mancos o los cojos. 
El motivo del establecimiento de estos impedimentos es por su incapacidad para el trabajo y no por la carencia de discernimiento, como lo es en el Derecho Civil.
La comunidad indígena repudia tanto al hombre como a la mujer que encontrándose en servinakuy mantiene relaciones sexuales con tercera persona. 
Con una visión jurídica del tema, el servinakuy en todas sus etapas, es una institución amparada por el derecho consuetudinario incaico. 
Si juzgamos con un punto de vista occidental, para nosotros parecen uniones de hecho, cuando para ellos se trata de un matrimonio natural.
Para los españoles, fue casi imposible extirpar el servinakuy. El Concilio Provincial de Lima de 1582, las Sinodales del Arzobispo de 1613 y las Ordenanzas de Toledo prohibieron el “matrimonio a prueba” bajo severas sanciones.
El servinakuy está muy extendido en nuestra serranía, como también en otras regiones del país, utilizado por casi la totalidad de los campesinos, gran parte de los mestizos y por los que habitan en los asentamientos humanos de la gran Lima. Esto se debe, a que muchas personas de nuestro Perú profundo, aún no han asimilado las leyes civiles. 
 
ACLLAS
¿Vírgenes del Sol, mujeres del Inca o prisioneras de privilegio?
Según Guamán Poma, las acllas se podían clasificar en 4 categorías según la función que desempeñaban. Las HayrurAclla, eran hermosas jóvenes de 20 años dedicadas al servicio del Sol y de la Luna. Las SumacAclla, de 30 años, se dedicaban al culto de los cerros. Las HuaryAcllaSumac de 35 años, se encargaban del culto a las segundas huacas y finalmente, Las Pampa Acllakuna de 50 años, les servían a la Luna y a las estrellas 2.
Una de las tantas instituciones, creadas durante el período de dominación inca, fue la de los acllahuasis o casa de las escogidas. Las acllas, conocidas también como “vírgenes del Sol”, habitaban en una especie de monasterio, donde, desde niñas, las mujeres eran reclutadas por el estado y educadas por las mamakunas, o concubinas del sol, con el objeto de cumplir determinadas funciones estatales. En estos lugares, habitaban las hijas de la nobleza incaica y provincial, como también, gran número de de niñas del pueblo común.
Se sabe, a través de los cronistas, que en el mes de AyaMarkay (noviembre) se solía llevar a las jovencitas  a los acllahuasis. El criterio de selección se basaba en variables como la belleza, la perfección física y el status social. Ni bien ingresaban las niñas, recibían el nombre de wamakaclla y seguidamente eran repartidas en al menos seis categorías. En la primera, estaban las hijas de los altos funcionarios y principales señores étnicos, como también, aquellas criaturas que se destacaban por su excepcional belleza y perfección corporal. De esta categoría, que era muy cuidada y controlada, salían las esposas secundarias del Inca. También, podían ser cedidas por éste y convertirse en esposa principal o secundaria de alguien a quien aquél quería agradar, tal vez el sumiso curaca de un pueblo dominado, o un destacado funcionario o jefe militar.    
Los acllahuasis del Cusco y de los principales centros administrativos próximos, estaban construidos con muros altos y sin ventanas que dieran al exterior. Esta característica constructiva, a juicio de los cronistas coloniales, le daba un aspecto de convento. A medida que se alejaba geográficamente del centro (Cusco), las edificaciones se tornaban más modestas y menos pobladas de acllas.
La distribución de las acllas se realizaba en el mes de marzo o noviembre, y el  destino de estas jovencitas de 12 a 15 años de edad, que habían cumplido con su “noviciado”, podía ser el de concubinas de algún personaje de jerarquía, o bien, ser sacrificadas en lo alto de alguna montaña o adoratorio situado en cualquier otra parte del extenso Tawantinsuyo. 
Ahora bien, lo que se comenta poco en la bibliografía de divulgación, es que muchas de estas niñas reclutadas eran las hijas de los curacas de los pueblos derrotados, que  llegaron al Cusco como prisioneras o botín de guerra. En otros casos, donde no hubo enfrentamiento bélico, igualmente los incas seleccionaban a las bellas niñas y las deportaban a lugares remotos de  su origen, apartadas de su núcleo familiar, donde debían aprender un idioma nuevo y costumbres diferentes.
Un grupo social dominante y en franco proceso de expansión, como el caso de los Incas, escribieron la historia con actos de poder, creando una relación dominante-dominado, adaptada a las problemáticas de cada región y grupo del nuevo territorio conquistado. No se trató sólo de una “simple” reorganización del espacio-territorio, sino de profundos cambios en las sociedades locales, las que debieron incorporar nuevos símbolos y significados de un grupo dominante, como también, ceder sus niñas para que el estado disponga de su futuro. 
 
 
HERENCIA EN EL IMPERIO INCA
      Uno de los temas más controversiales en lo que se refiere a la organización andina prehispánica es el de la sucesión en el mando. Los incas no son una excepción en este sentido y desde el siglo XVI se ha planteado la interrogante y se ha esbozado más de un teoría. El tema no ha sido ajeno a los cronistas de Indias ni a los historiadores modernos.
 
LA SUCESIÓN DEL INCA
La sucesión era, en favor del hijo, no en favor del hermano o de otro pariente, menos en favor de un extraño.
Según SANTILLÁN, se elegía para ser sucesor del Inca a aquel de los hijos que era el más querido o tenido como más capaz por el padre.
Guamán Poma dice: “Para ser inca, ha de ser por fuerza legítimo de la mujer, la coya, y ha de ser casado con su hermana o con su madre y a éste le ha de llamar en el templo de su padre el Sol y nombrarle para que sea Inca, no miraban si es mayor o menor sino al que fuera elegido por el Sol como sea legítimo”.
Los menores, siempre que su edad fuese la de la aptitud guerrera, podía heredar el rango de Inca. 
 
HIJOS LEGÍTIMO E ILEGÍTIMOS
Según Guamán Poma, distingue entre hijos legítimos e hijos bastardos del Inca. A los hijos bastardos, les da el nombre de “AUQUICONAS”, cuya condición era inferior a la de los hijos legítimos; pero muy privilegiada en relación con las demás personas.
La mujer principal era la que tenía al heredero legítimo, al mayorazgo que no era, pues, el hijo mayor del padre si éste lo engendraba en mujer distinta. En las comarcas de régimen matriarcal, si la legítima mujer no tenía hijos, la herencia pasaba en derecho a la estire del marido, no por medio de los hijos habido en otras mujeres, sino por medio de sus sobrinos, hijos de su hermana de vientre, los cuales eran su propia sangre, pero siempre por línea uterina.
 
LOS MENORES
El menor no debió ser desamparad, sino acogido por la persona que reemplaza a sus padres (si éstos habían fallecido), en el usufructo de sus viene, careciéndose de datos concretos sobre si hubo casos en el que el propio menor heredó el usufructo de su herencia.
 Los huérfanos, no podían quedar desamparados en ningún caso. Guamán Poma, habla de viejos que daban de comer y criaban a los huérfanos y de niños de cinco a nueve años que les ayudaban en esta labor.
 
 
 
LAS MUJERES
Durante el incanato, el poder político y económico se encontraba plenamente en manos de los hombres. Sin embargo, la mujer también desempeño un papel crucial.
En lo que concierne al ámbito religioso, existieron muchos cultos a distintas diosas tales como Mama Killa, La Luna y pacha mamá. La luna era considerada la madre universal, la cual era hermana y mujer del Sol. En cuanto a Pacha mamá, la madre tierra constituyó un elemento esencial en la vida andina, por lo cual fue un acto cotidiano de oración.
Las mujeres del pueblo tuvieron que cumplir con tareas agrícolas y textiles para su familia y Estado. Fueron las tejedoras de la sociedad Andina. Así pues, si una mujer estaba embarazada, su jornada laboral no variaba durante este periodo y al tercer día después del parto, la madre se incorporaba a sus labores.
La sucesión del Inca, no era para las mujeres.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MODO DE PROPIEDAD DE LA TIERRA INCA.
     A lo largo de la historia peruana, el tema de la tenencia de la tierra en el mundo andino prehispánico y especialmente, en el Estado Inca, ha concitado numerosas discusiones que se han cristalizado en una serie de investigaciones y publicaciones sobre el tema. La hipótesis consiste en que la forma de acceder a la tierra en el mundo andino y por ende en el Estado Inca, se hacía a través del derecho de uso de ella, que tenía un carácter andino universal y se adquiría al momento de nacer dentro de un ayllu o comunidad; siendo este derecho reconocido, administrado y confirmado por el curaca a cargo y por el propio Inca en función, y donde su ejercicio estaba vinculado al uso de la fuerza de trabajo con el fin de satisfacer las necesidades de subsistencia, rituales o religiosas del habitante de los Andes. Mas no por el otorgamiento de un título de propiedad al modo occidental que le permitiera disponer, vender, donar y usufructuar la tierra, y sobre todo someterla a las leyes de la oferta y la demanda, muy propias de una economía de mercado.
      El acceso a la tierra y a la mano de obra en los Andes, no hubiese sido posible sin los principios de organización; basados en los lazos de parentesco, la reciprocidad, la redistribución y en la utilización de la energía humana a través del trabajo.
      La idea de que la tierra carecía de valor si no hubiese alguien quien pudiera trabajarla, estuvo presente en la mentalidad andina; es por eso que se puede afirmar, que aquel que manejaba a la gente, podía controlar las tierras.
      El curaca fue la pieza clave en ese engranaje organizativo que caracterizó al mundo andino; puesto que, cumplió con la función de ser el gran organizador y administrador de la vida productiva en los Andes.
      En lugar de un otorgamiento de derechos de usar la tierra, pues lo que había, era una reconfirmación de tales derechos; que se adquirían, cuando uno nacía dentro de una comunidad. Y ya sea el Inca como el curaca, cumplían con su función de administrar, organizar y sistematizar dichos derechos a través de la distribución de tierras. Dentro de la cosmovisión andina, la tierra fue considerada como un ser divino que producía con apariencia de mujer (la Pachamama).
 
 
 
      LA TIERRA: 
La tierra era uno de los bienes más estimados en el Tahuantinsuyu y su propiedad seguía los patrones andinos de la posesión.
      Los cronistas afirmaron que las tierras se dividían en tierras del Inca, del Sol y de los hatún runa o gente del común
Tierras del Inca o del Estado: 
Esta designación comprende, en primer lugar, a las tierras del Estado en general situadas en todo el Tahuantinsuyu; en segundo lugar las tierras de los ayllus reales y de las panacas ubicadas en los contornos de la capital y, por último, a las tierras adjudicadas a un determinado soberano en calidad de propiedad privada, cuyos productos eran las rentas personales del Inca a diferencia de los ingresos estatales.
      La falta de dinero era reemplazada por la fuerza del trabajo empleada en tierras de quienes debían recibir un tributo, podía ser del Inca, un señor étnico o una huaca.
      A través de documentos de archivos sabemos que todo curaca tenía chacras designadas según la función que desempeñaba, y que eran cultivadas por mita entre los habitantes locales.
      Las tierras estatales podían ser trabajadas de muy diversas maneras. Cuando se trataba de pequeñas parcelas, situadas en cada ayllu de un curacazgo, los hatún runa cuidaban de ellas. Al aumentar su volumen y transformarse en una producción en gran escala faltó, por lo general, mano de obra local, y esa carencia fue suplida por el traslado masivo de una población de mitimaes para las faenas agrícolas. En las haciendas privadas de los soberanos se mantuvo la fuerza de trabajo ya mencionada, además de un número más o menos grande de yanas.
      Hay referencias de que en ciertos valles costeños, como por ejemplo Piura, toda la tierra pertenecía al señor étnico, quién a su vez la repartía entre los hombres del común a “manera de arrendamiento”. En compensación, los runa, quedaban obligados a entregar parte de las cosechas a su señor.. Algo similar sucedía en el valle de Chincha.
Tierras privadas de los Incas: Eran las tierras de los ayllus reales y de las panacas que se hallaban en los alrededores de la capital. Pachacutec Inca Yupanqui después de su triunfo sobre los chancas dispuso despoblar el contorno del Cuzco para proceder a una nueva distribución de las tierras, seguramente para premiar a quién le había ayudado en la guerra.
      Tierras de las huacas: Era una costumbre establecida desde tiempos muy antiguos en el ámbito andino que cada huaca por pequeña que fuese tuviera aunque sea un pedazo de tierra, cuyo usufructo sirviese para las ofrendas, y sobre todo para la preparación de bebidas para los asistentes a las celebraciones de sus ritos y fiestas. Encontramos en los testimonios todo un sistema de tenencia de la tierra aplicado a los ídolos menores, similar pero ampliado para las huacas importantes con la diferencia de que estas últimas tenían haciendas más dilatadas, incluso en distintos lugares y valles, tal era el caso de Pachacamac.
      Las noticias acera de tierras otorgadas a las huacas explican la orden dada por los Incas de designar tierras para el Sol, y este mandato no debió causar sorpresa por ser una costumbre andina. Se repetía para con el culto el mismo modelo mostrado en las tierras de los curacas y posteriormente en las del Estado. Naturalmente que dichas chacras podían ser mayores o menores, según las circunstancias, pero el principio era el mismo.
      En general, las tierras de las huacas eran trabajadas por la  gente local; sin embargo, las tierras de algunos dioses principales y también las del Sol podía poseer mitimaes y yanas para cultivar sus campos en el caso de que fuesen extendidos. Un gobernante cuzqueño podía gratificar a una huaca con nuevas dotaciones de tierras y de servidumbre, como reconocimiento de servicios prestados. Un ejemplo es la huaca de Copacabana que goza de numerosos servidores de la categoría de mitimaes.
Tierras del ayllu: Cada ayllu poseía sus propias tierras de cultivo, sus pastos y también sus aguas. Los cronistas informan que todo hombre del común poseía u tupu de tierra, y con cada nuevo hijo le era aumentada su parcela. Sin embargo el tupu como medida de área tenía una extensión relativa, pues se contemplaba la calidad del terreno y el tiempo necesario para su descanso. Dicho en otras palabras, se trataba de una medida relativa que variaba en su extensión, pero era suficiente para la alimentación de una pareja.
      Los miembros de los ayllus conocían sus linderos y por lo general sus hitos eran cerros, ríos, quebradas y a veces acequias.
      La tierra como remuneración a servicios prestados: En la costa la tierra podía reemplazar al dinero como retribución por un servicio otorgado.
      Cuando un curaca necesitaba de mayor fuerza de trabajo para realizar obras especiales, como la limpieza de ciertos canales hidráulicos o el desagüe de una laguna pesquera, solicitaba la colaboración del curaca vecino y a cambio le facilitaba temporalmente, y a título de retribución, el uso de ciertas tierras. Este préstamo eventual es muy significativo y no debe confundirse con los “archipiélagos” o enclaves.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El Estado Incaico:
Apuntes previos:
Los elementos constitutivos del Estado son:
Visibles o materiales.
a) Población: Conjunto de personas que viven en un territorio determinado donde actúa el poder público, sean nacionales, extranjeros, residentes o transeúntes, que están unidas por intereses comunes. Se debe diferenciar la Población, conjunto de habitantes y estantes de un Estado con el termino Pueblo que es un subconjunto compuesta de todas las personas que gozan de la ciudadanía, categoría política consistente en el vínculo político que une a una persona con el Estado por el cual puede ejercer sus derechos políticos (elegir y ser elegido) y se determina por la edad y la capacidad de las personas, y corresponde al Derecho constitucional y a la ley electoral.
b) Territorio: Es el espacio material que constituye la porción geográfica determinada y exclusiva donde se asienta la población y ejerce su imperium  el Estado.
No visibles, formales o constitutivos:
c) Poder: Es la suprema potestad del Estado que lo autoriza para imponer decisiones de carácter general y regir, aun coercitivamente, según reglas obligatorias, la convivencia de cuantos residen en su territorio sujeto a sus facultades políticas y administrativas que los obedecerán. El Poder se ejerce a través del Gobierno que realiza la voluntad del Estado. El Gobierno pone en movimiento un elemento del Estado: el Poder.
El estado incaico reunió todas estas cualidades: Un extenso territorio, rigurosa autoridad en los pobladores y una organización legal, administrativa y económica. Por lo que su presencia como estado es indiscutible.
 
Origen y desarrollo del imperio:
Como ya vimos en capítulos anteriores, el desarrollo del imperio incaico se remonta a la mitología. Después del jefe audaz que funda al imperio, vemos a una serie de conquistadores que, por astucia, persuasión o fuerza ensamblaron diversas culturas con diferencias culturales hasta formar el Tawantinsuyo. El estado conquistaba, a la vez que culturizaba. 
Según el Dr. Ramírez Rodas, para hacer más fácil la comprensión y llevarlo a términos actuales, el estado  incaico era: Teocrático, Socialista y Totalitario.
 
Teocrático: El Inca se presenta ante sus súbditos como “Hijo del Sol”,  semidiós tutelar del imperio, por lo que sus ordenanzas no solo tenían fuerza de norma legal, sino también de norma religiosa.
Hereditario: El heredero del trono era hijo del Inca, habido en la hermana de padre y madre. Si la mayor no era fecunda, se recirría a las otras hermanas y en su defecto, a la pariente más cercana. Esto se debe a la necesidad de conservar la pureza de sangre imperial.
Socialista: La tierra es el medio principal de producción y el consumo está reglamentado por la autoridad, al igual que la organización administrativa, militar, usos y costumbres. El trabajo es una obligación. La persona tenía derecho al sustento, a descanso de sus labores, descanso permanente al llegar a cierta edad, los desvalidos (Viudas, huérfanos, enfermos) debían ser socorridos por los ayllus y el estado acudía en ayuda de los pueblos necesitados. Esta especie de socialismo reposa en las antiguas estructuras conquistadas.
Totalitario: No reposa en la democracia popular, si no que el estado se impone mediante un control de la vida ciudadana, la economía y la disciplina.
Factores que favorecen al éxito de la administración estatal:
Comunicaciones por dos caminos troncales que cubrían el territorio, uno por los llanos y otro por la sierra.
Una red de postas y chasquis que llegaban a todas las ciudades.
Una estructura estadística a base de quipus que le servían de plan contable y mnemotécnico.
 
 
 
Organización Política:
 
El Inca:
El profesor Hernández Canelo lo considera “Más cerca del déspota que del tirano, no un simple jefa, ya que su autoridad era más efectiva y alta: Estuvo primero entre sus iguales y ejerció funciones de “Gran capitán, juez e hijo del dios”. No solo prima ante la nobleza de sangre, si no que crea una nobleza de nombramiento.
Era un gobernante absoluto y distante. Salía en una litera con hombres especializados que lo cargaban cadenciosamente (Orejones)  “Y así, cuando llevaban la litera alguno tropezase o cayese, le cortaban luego la cabeza”
Todo aquel que se presentaba ante él, debía llevar una carga al hombro en señal de sumisión. Nunca le hablaba indio pobre, porque (Según Guamán Poma) “Tenía lengua y asesor para oille en justicia”Pero, el inca atendía los casos de justicia cuando iba por los caminos bajo el júbilo del pueblo. Le correspondía la función suprema de perdonar, como se puede ver en una de las traducciones de “Ollantay” 
El Inca tenía grandes poderes religiosos entre los que destacan el derecho al incesto real y a la adoración póstuma por lo que era visto como Totem vivo en la tierra.
Políticamente, el poder se centra en el Inca por los siguientes motivos:
El establecimiento en una zona fija como base de operaciones, que lo tiene a Él como centro de poder.
La creación de fronteras y guerras de defensa – ataque.
Implantación del patriarcado.
Régimen de vasallaje con los pueblos sometidos.
Esto es un poder individualizado, masculino y definido, aceptado por la comunidad gracias a la tradición colectiva y a la religión.
 
 
Organización administrativa: Funcionarios inferiores – regionales.
Los Ayllus eran democráticos, pero del predominio de unos sobre otros surge la organización estatal, que fue exitosa en el estado incaico y se basó en la técnica, la cultura y la buena voluntad. Debido al tamaño del imperio, la vida social general se presenta clasificada en grupos y existen grandes grupos de tributarios, que rodean a un funcionario del poder imperial.
Aquí presentamos la gradación de funcionarios:
- El Purej o jefe de una familia
- El Pisca Camayoc, jefe de cinco familias
- El Chunca Camayoc, jefe de diez familias
- El Pisca Chunca Camayoc, jefe de cincuenta familias
- El Pachaca Camayoc, jefe de cien familias
- El Pisca Pachaca Camayoc, jefe de quinientas familias
- El HuarangaCamayoc, jefe de mil familias
- El Pisca Huaranca Camayoc, jefe de cinco mil familias
- El Huno Camayoc, jefe de diez mil familias.
 
 
El Ayllu:
Base y núcleo de la organización social del imperio. Significa “Comunidad, linaje, genealogía, parentesco” 
 
La organizacion social Inca se basó en el ayllu, que es el conjunto de individuos o de familias unidas por ciertos vinculos como un origen común (real o ficticio) que eran descendientes de un antepasado común mítico y vivian en un lugar determinado. Entre las comunidades indígenas del Perú en general, el ayllu es la unidad esencial donde se distribuyen la riqueza y los cultivos, etc.
Los vinculos en el Ayllu pueden ser:
Vinculo de Sangre, es decir, todos los miembros integrantes del ayllu se consideraban parientes entre sí, descendientes de un tronco comun. Son aylluni (parientes)
Vinculo de territorio, porque este conjunto de familias, consaguineamente unidas, habitan en una determinada areageografica o terreno conocido con el nombre de marka .
C) Vinculo economico: , puesto que la habilidad en la marka les exigia trabajarla y hacerla producir , todos en conjunto laboraban para poder alimentarse. de alli que el vinculoeconomicoesta representado por el trabajo en común y el usufructo de la tierra.
d)Vinculo de idioma, mediante el cual se debía hablar el quechua como idioma principal del incanato y el mismo dialecto o lengua regional si acaso la tuvieran.
e) Vinculo religioso: consistia en la adoracion al mismo dios o dioses como por ejemplo al Inti, viracocha, pachamama,etc
f) Vinculo de Totem: Es la creencia, adoracion y respeto que deberían tener todos los miembros del ayllu hacia el elemento o ser natural ( rayo, trueno, relampago, serpiente , cerro, mar, etc) o sobrenatural ( de origen divino), en el cual creían que se había originado o salido la familia, es decir la Pacarina.
 
Sentido social del ayllu: 
Planteados estos vínculos característicos del ayllu, podemos extraer su sentido social, esto es, el ayllu constituyo la base social en el antiguo Perú (imperio inca). Fue la célula familiar, sobre la cual descansaba todo el sistema organizativo imperial inca. Esta unión de los parientes en un ayllu con sus costumbres y creencias los impulsaban al progreso y desarrollo bajo la dirección y gobierno del jefe local o curaca; marcando con ello, al mismo tiempo, el avance de la civilización en la época inca.
 
Sentido económico del ayllu: 
La economía inca descanso en el cultivo intensivo de la tierra. Esto a su vez, tuvo en el ayllu su expresión más digna, ya que a través del vínculo económico todos estaban obligados a trabajar el territorio que habitaban para procurarse el sustento común. La tierra, pues, era activamente laborada y de ella, sea por cualquier de las formas de trabajo imperante, se sacaban los productos destinados tanto para la comunidad como para el Inca y el culto religioso. El territorio que habitaba el ayllu tomaba el nombre de marka.
 
El Ayni: Los miembros de la comunidad o ayllu se ayudaban entre sí también en proyectos privados, tales como la construcción de casas o de trabajo de campo, esta ayuda se llamaba Ayni y consistía en brindar apoyo a una determinada familia pero con la condición de que se retribuyera la ayuda en el futuro "reciprocidad", cada familia podía beneficiarse de esa asistencia. A los trabajadores se les proporcionaba alimentos y bebidas.
 
La minka: o Minca es una tradición de andina de trabajar juntos para fines sociales.
Durante el imperio Inca era la forma básica en que se producía el trabajo al interior de los ayllus o comunidades campesinas, pero también se practicaba para el beneficio de territorios mayores, como parte de los servicios que cada ayllu prestaba al conjunto de la sociedad. Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda para la siembra de chacras de las personas incapacitadas, ancianos y huérfanos.
 
Evolución de los Ayllus: 
El Ayllu fue de origen preinca, pero los habitantes del imperio lo adoptaron a su organización social- económica y supervivió cuando la conquista española, llegando hasta nuestros días en que se les conoce como Comunidades Campesinas, las cuales están amparadas por las leyes y la constitución del Estado.
 
 
Organización Territorial, los cuatro Cápac y el consejo real.
Los cronistas afirmaron que el imperio incaico estuvo dividido en cuatro distritos conocidos como suyos (del quechua suyu): Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. El centro de esta división era el propio Cuzco. Se ha atribuido al incaPachacútec la creación de este sistema de organización del territorio; sin embargo sabemos que se trataba de una práctica que antecedió al gobierno de este gran reformador. Antes de consolidarse el dominio incaico en el Cuzco, el espacio en torno de esta ciudad estuvo también dividido en cuatro partes. Las divisiones entonces correspondían a los territorios de los señoríos del área. Cuando Manco Cápac y sus clanes se establecieron en la zona, crearon los cuatro suyus incaicos a partir de esta división.
 
 
SuyuMapaDescripción
Chinchaysuyo
(Chinchaysuyu) Ubicación: Se ubicaba en el cuadrante noroeste de la capital (Cuzco).
Grupo: Pertenecía al grupo Hanan -alto- (Hanansuyo, Hanansuyu).
Otros: Era la región principal.
Antisuyo
(Anti suyu) Ubicación: Se ubicaba en el área de la ceja de selva al noreste de la ciudad del Cuzco.
Grupo: Pertenecía al grupo Hanan -alto- (Hanansuyo, Hanansuyu).
Otros: Limitaba con la selva amazónica.
Contisuyo
(Kuntisuyu) Ubicación: Estaba situado en la vecindad de Arequipa.
Grupo: Pertenecía al grupo Hurin -bajo- (Hurinsuyo, Rurinsuyu).
Otros: Era la región más pequeña.
Collasuyo
(Qullasuyu) Ubicación: Se ubicaba en el cuadrante sureste de la capital (Cuzco).
Grupo: Pertenecía al grupo Hurin -bajo- (Hurinsuyo, Rurinsuyu).
Otros: Ocupaba principalmente la zona altiplánica.
Para un mejor gobierno, los dirigentes de cada Suyo se reunían en un consejo en el Cuzco, para discutir los principales sucesos del imperio. Estos cargos no eran hereditarios. Los proveía el inca entre los señores nobles que lo merecían por prudencia, valor y servicio a la corona.
Según GUAMÁN POMA DE AYALA, se reunían para buen gobierno y castigar a los malos, pero que se componían de dos incas del hanan y hutin cuzco, respectivamente; dos de Conti y Antisuyo y cuatro de Chinchaysuyo y Collazuyo respectivamente. Según él eran cargos hereditarios y el consejo tenía un secretario.
 
El Sumo sacerdote:
Según Guamán Poma, al lado del inca estaba un virrey “Inca Pranti Cápac” quien hacía función de mano derecha, pero no es muy creíble, ya que el autor la vincula con su propio abuelo, quien habría sido señor de Chinchaysuyo.
En cambio, en la figural del Hillcauma o “sumo sacerdote” Trimborn ha querido encontrar una especia de rival del inca que se sublevó en la época del Inca Viracocha tras la que fueron reducidos.
 
Funcionarios especiales:
Guamán Poma, señala los siguientes principales funcionarios, además del Consejo Real y del Virrey:
El Capac – Apo – Uatac: Era el alcalde de corte designado por el Inca o por su Consejo. Quien proviene de la nobleza o Panaca Real. Se distinguía por llevar distintivo denominado Mascaipacha. 
El Uatay – Camayoc o Chacnay – Camayoc: alguacil mayor y alguaciles menores. Escogidos de entre los hijos bastardos o sobrinos del Inca. Se le distinguía por la chuspa y las ojotas del Inca. - Tocricoc – Michoc: corregidores y jueces que se encargaban de fiscalizar las cuentas de los funcionarios, provienen de los Auquiconas o nietos y biznietos del Inca u orejones en general. Administraban justicia y sus cargos eran vitalicios.
Suiuioc – Guaiac – Poma: administradores de provincias, su labor estaba relacionado con las propiedades del Inca. Administraban las riquezas del Inca haciendo uso del Quipu, conocidos como Miches.
Hatun – Chasqui – Churu – Mullo: correos mayores y menores, eran los Chasquis, descendientes de Curacas. Vestían con una pluma blanca en la cabeza además de usar el Pututo. Su remuneración consistía en cosas del Inca. Eran dirigidos por el Auqui o príncipe Inca.
Sayua – chectasu o Unacaucho – conaraqui: Ambos se encargaban de repartir sementeras, chacras, pastos, leña y agua, reservando las partes del Inca, del culto y de los señores
Capacnan – Tocrico: Gobernador de los caminos reales, habían 6 ó 7 caminos y su supervigilancia estaba encomendada aun Tocricocanta Inga. - Chacasvioioc – Acos – Inga – Guambochaca: Gobernador de los Incas.
Incap – Quipo – Cimin – Capac (Secretario del Inca), Tuantisuyo – Capac – Apo – Cona – Inca – Conap – Cimin – Camachicuy – NinquiPococ (Secretario del consejo, Secretario del Virrey, Secretarios de los alcaldes de Corte, Escribanos en los caminos y en otros lugares, Escribanos de Jueces y Alcaldes enviados a las Provincias): Todos ellos eran expertos en Quipus. “Con los cordeles se gobernaba el reino”. Estos cargos requerían de linaje. - Tauantinsuyo – Runa – Quipoc: Contador mayor y Tesorero del reino. Contaba no sólo en quipus sino en tablas, las fiestas y la gente.
Taripacoc – Papri – Inga: Visitadores de tambos, conventos comunidades, conventos, templos. Solían llevar embustes al Inca por eso eran conocidos como “LlullaQuillis – Cachi CimiApac”. Cuando pasaban, la gente no osaba hablar delante de ellos.
 
 
Bibliografía:
Rafael Hernández Canelo, Historia del Derecho peruano. – Jurista Editores E.I.R.L, 2013
Nilo Arturo Ramírez Rodas, Cátedra de Historia del derecho. – UNPRG.
Jorge Basadre Ayulo, Historia del derecho universal y peruano – Editora Ediciones Legales E.I.R.L
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
SISTEMA JURIDICO  DEL DERECHO INCA
 
PROCESO JUDICIAL
      Las principales características de los procesos de administración de justicia en el Tahuantinsuyo eran la rapidez, la acusación se hacía de oficio o sea la hacían las autoridades, la pena era tasada, es decir, que estaba previamente establecida y que había jerarquías en la aplicación de las leyes de acuerdo a la naturaleza del delito y a la persona que había delinquido.
      En el imperio inca no existían abogados, era un proceso sin costo en el que se acostumbraba a no interceder por el acusado pues lejos de escuchar su pedido, se le aplicaba la misma pena que a su defendido.
      Los decuriones, eran quienes tenían a su cargo un grupo de diez familias, constituían la escala más baja de la autoridad y actuaban a la vez como jueces y como fiscales en el caso de delitos. 
      Barreto, (2007) nos cuenta que “…Las leyes eran absolutas y el juez no podía arbitrar sobre la pena, se consideraba que si alguien arbitraba sobre la aplicación de una pena, eso disminuiría la majestad del inca y sus consejeros, que eran quienes habían dictado las leyes…” Los testigos eran admitidos en los juicios y ellos, antes de dar su testimonio prestaban juramento por el inca y por sus dioses y eran severamente castigados si incurrían en perjurio. 
      Habían inspectores quienes comprobaban la correcta administración de justicia y lo hacían sin sobornos, porque quien daba o recibía algo era muy castigado por el Inca.
      En la aplicación de las sentencias se daba mucha importancia a la condición social de los reos, pues para castigar los delitos más graves: merecían la pena de muerte, quienes formaban parte del pueblo; si eran condenados a la hoguera o al despeñamiento se hacía en actos públicos, mientras que los miembros de la nobleza eran decapitados en un acto privado. (Barreto, 2007)
      Según el historiador Jorge Basadre, en el Derecho Penal había una frecuente desproporción entre el delito cometido y la pena aplicada. 
      Tanto así entendían los incas el hacer justicia que su sistema de leyes era sumamente exigente, además que por cada falta se recibía un castigo severo. 
 
LOS JUECES Y EL JUZGAMIENTO INCA
      En el imperio inca existía una diferenciación entre los sujetos jurídicos, los legisladores y jueces, allí la misión de perseguir a los delincuentes, juzgar sus actos y aplicar las penas le competía al estado.
      Se cree que en la comunidad andina, la función de juzgar debía estar en relación directa con la división de clases sociales, con la organización de los ayllus y con la categoría de los funcionarios. 
      No hubo abogados para aplicar las penas de muerte, y las penas corporales fueron designados a indios llamados verdugos según nos cuenta Poma de Ayala. Las tribus o ayllus son juzgadas por funcionarios imperiales, si se trataban de graves delitos los juzgaban los más altos funcionarios o señores regionales. Los Curacas tenían la responsabilidad de castigar a sus subordinados en asuntos tributarios y a la vez se responsabilizaban por los delitos que ellos mismos cometían. (Basadre, 1997).
 
ÓRGANOS DE PREPARACIÓN Y FORMULACIÓN DE LEYES
      Según Basadre, (1997) “…En su forma más embrionaria, la ley aparece siempre como un conjunto de decretos hermanados de la autoridad divina. La ley del inca tenía teóricamente su origen en el inca mismo, ante sus súbditos el soberano aparecía siempre como el creador del derecho; era un ser divinizado que no podía delinquir y que no sólo estaba autorizado a disponer de las personas y bienes individuales y colectivos, sino que, además estaba autorizado para reparar cualquier agravio y ofensa...” 
      El inca recibía asesoría por consejeros e informadores que influían muchas veces en su decisión. El antiguo control democrático parece haber sido llamado “Consejo de los cuatro”, integrado por los apus de los suyos; se cree que este consejo compartía con el inca las funciones judiciales y legislativas. 
 
 
MEDIOS DE ELABORACIÓN Y DIVULGACIÓN DE LA LEY INCA
      Basadre, nos dice también que las primeras leyes escritas aparecen con carácter métrico rimado, pues se desarrollaron muchísimo los lemas, los proverbios y mucho más los refranes. 
      Se supone que los incas debieron emplear los refranes como vehículos para la transmisión de normas y como instrumentos para divulgar su autoridad. Ningún acto público podía llevar a la multitud tan fácil y claramente la anunciación del derecho y obligaciones como el típico refrán jurídico que es el más divulgado hasta nuestro tiempo: ama llulla , ama sua, ama quella, ama sipiks , ama mappa o maclla, (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas perezoso, no seas asesino, no seas pervertido y no seas afeminado). 
“La dificultad de mantener un conjunto de normas dentro de un carácter oral, ha llevado inevitablemente al establecimiento de individuos o grupos con el carácter de oligarquías jurídicas de gente entrenada en el conocimiento de dichas leyes…”.
 
Proceso Judicial
 
Una de las principales características de los procesos de administración de justicia en el Tahuantinsuyo, era la rapidez. Las otras eran que la acusación se hacía de oficio o sea la hacían las autoridades; que la pena era tasada o sea que estaba previamente establecida y que había jerarquías en la aplicación de las leyes, de acuerdo a la naturaleza del delito y a la persona que había delinquido.
La administración de justicia era un proceso que no tenía costo y no existían los abogados. Por el contrario, si alguien intercedía por un acusado, lejos de escuchar su pedido, se le aplicaba la misma pena que a su defendido.
Los decuriones, como llamaba Garcilaso a quienes tenían a su cargo a un grupo de diez familias, eran la escala más baja de la autoridad y actuaban a la vez como jueces y como fiscales en el caso de delitos. Tenían que actuar de oficio, pues si las personas a su cargo cometían un delito y no eran sancionadas el castigo recaía sobre ellos. Y recibían doble pena, primero por no haber hecho bien su oficio y segundo por haber callado un delito ajeno. En caso de duda, los decuriones podían apelar a la autoridad superior.
En ocasiones, cuando los reos proclamaban con mucho ardor su inocencia, no eran sometidos a un proceso común, sino que se les sometía al "juicio divino", que consistía en encerrarlos en una celda con fieras y animales ponzoñosos. Si sobrevivían se les consideraba inocentes y ya no eran juzgados, pero, si morían, lo que generalmente ocurría, significaba que la divinidad los había castigado.
Las leyes eran absolutas y el juez no podía arbitrar sobre la pena, porque se consideraba que "podría nacer grandísima confusión" si eso ocurría, ya que el pago o los ruegos, podrían hacer venales a los jueces. También se consideraba que si alguien podía arbitrar sobre la aplicación de una pena, eso disminuiría la majestad del inca y sus consejeros, que eran quienes habían dictado las leyes. 
Los testigos eran admitidos en los juicios y ellos, antes de dar su testimonio prestaban juramento por el inca y por sus dioses y eran severamente castigados si incurrían en perjurio. 
Había inspectores que comprobaban la correcta administración de justicia y "lo hacían muy bien, sin sobornos, porque quien daba o recibía algo era muy castigado por el Inca", según afirma el legista español Vaca de Castro en una de sus crónicas.
 
Al aplicar las sentencias se daba mucha importancia a la condición social de los reos. En esa época para castigar los delitos más graves, se aplicaba la pena de muerte, Es así que las personas que formaban parte del pueblo eran condenados a la hoguera o al despeñamiento, castigo que se llevaba a cabo en actos públicos, mientras que los miembros de la nobleza eran decapitados en un acto privado.
Según el historiador Jorge Basadre, el Derecho Penal en el tiempo de los incas era draconiano y había frecuente desproporción entre el delito cometido y la pena aplicada.
Pero, ¿de qué manera se llevaba a cabo en el imperio incaico el control de las actividades de las autoridades y de los súbditos, para el cumplimento de las cuáles había disposiciones precisas? ¿Bajo que condiciones se aplicaban los castigos, dosificados, según la falta, estrictos en su cumplimiento y dictados por autoridades que, según los testimonios, debían ser incorruptibles?
Algunos historiadores dicen que eran los "quipu" los instrumentos con los que este sistema de control y contabilidad se realizaba, pero tienen reparos en dar opiniones muy precisas sobre las características de un sistema judicial que, sin embargo, según los testimonios, existía y funcionaba.
Sin una legislación específica y amplia ¿hubiera sido posible organizar y mantener el funcionamiento del imperio? ¿Hubiera sido posible mantener a una población distribuida en un inmenso territorio cultivando la tierra, abriendo caminos o levantando grandes construcciones en forma ordenada y colectiva?
¿Mantener una organización en los aspectos civil, militar y religioso implicaba que existía una separación de poderes? 
Los estudiosos de la Historia del Derecho no tienen respuestas precisas para estas interrogantes, pero Jorge Basadre Ayulo dice que la defensa del orden público, como el monopolio de los caminos; el manejo de las estadísticas que hacían los quipucamayoc; la estricta seguridad militar y un extremo rigor penal para cualquier intento de rebelión o subversión fueron normas o leyes de gran ayuda para el gobierno del imperio incaico. 
Añade Basadre que cabe hablar de normas jurídicas en el incanato, aunque dado que éstas se mezclaban con elementos de tipo consuetudinario, religioso, moral, económico y de jerarquías y que la autoridad del inca era absoluta, no debe sobreestimarse el contenido del llamado Derecho Incaico.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DERECHO PENAL EN EL IMPERIO INCA
DERECHO PENAL INCA
 
 
El estudio de las instituciones penales desde el punto de vista histórico debe hacerse como el de las instituciones jurídicas en general sin intentar forzar correlaciones con el Derecho actual.
En el imperio Inca podemos apreciar un predominio del Derecho Penal sobre el Civil, en muchos casos la penalidad aparece en aglomerada por la religión (como es el caso de considerar al “cadáver viviente”[1].
El carácter intimidatorio de la penalidad en el Estado Inca es notorio, la idea de castigo como protección de los intereses colectivos como señala Huaman Poma de Ayala: “Así se hacia justicia en esta tierra, donde por temor al castigo justo, y en vista de los buenos ejemplos, todos eran obedientes al Inca y a su mandato, no habiendo asesinos pleitistas,, ni ladrones, sino todo era verdad, buena justicia y leyes que se cumplían.”[2]  Se trata de proteger el orden imperante y con ello de proteger a la sociedad.
El Derecho Inca es riguroso por ese carácter de intimidación de la penalidad por tal motivo la culpa o conciencia del delito adquiere relevancia, la importancia atribuida a la tentativa, a las circunstancias agravantes y atenuantes.
La pena durante el Imperio fue monopolio del Estado, con este quedaron separados los jueces y agraviados, actuándose en nombre del interés colectivos, con la consiguiente decadencia de la acción personal que antes predominaba.
El Estado no tomaba en cuenta la existencia de una voluntad propicia por parte del agraviado. La desfloración de una doncella era penada aunque hubiese habido el consentimiento. En el adulterio cuando el marido perdonaba no dejaba de haber castigo estatal pero era entonces menor[3]. Se buscaba la existencia de la culpa psicológica como inspiradora de la trasgresión.
Tampoco fue desconocido el concepto de la reincidencia. El Derecho de los incas establece una penalidad mayor para la reincidencia en delitos de poca importancia pues en los delitos mayores se aplicaba la pena capital no dejando opción claramente a la reincidencia.
También fueron conocidas en esa forma por el Derecho de los Incas de complicidad de encubrimiento. Se aplicaron además estas ideas se hizo que los funcionarios negligentes hicieran suyo el delito de sus subordinados y los padres negligentes los delitos de sus hijos.
En la aplicación de la pena, existía desigualdad ante la ley  en el sistema jurídico Inca, la categoría o clase social del agraviado o del defensor provocaba  la disminución del castigo  y diferenciación de jueces y procesos.
Las penas mas importantes para los Incas fueron: la de la muerte, los corporales, las de privación de la libertad las penas económicas y las penas de honor [4]
La más digna forma de la pena de muerte fue considerada la decapitación, que se ejecutaba cuando el delincuente era noble. La mas frecuente era la horca (asesinato aborto, adulterio, incesto) y a veces le seguía  la incineración del cadáver (brujería, incendio, soborno de funcionarios), el apedreamiento parece haber alternado con la horca en cierto casos. La gran cantidad de modalidades de la pena capital revela la frecuencia con que debió ser aplicada y el carácter excepcionalmente severo del Derecho de los Incas.
Los castigos corporales eran el tormento, la flagelación y la paliza y aparecen como castigos subsidiarios  o complementarios junto con la muerte, el destierro y otros, según Huamán Poma de Ayala los azotes eran la sanción para los mentirosos, los perjuro , los sucios, los jugadores y los desobedientes o malcriados.
La privación de la libertad fue el destierro y las penas de la honra el corte del cabello fue una de sus formas entres los Incas, las amonestaciones públicas a los nobles. La destitución fue el castigo de los funcionarios incompetente. Cuando se mandaba la destrucción del cadáver (cuando era quemado, cortado o dado de comer a las fieras); o con la destrucción sus bienes, ya no era la persona sino la memoria del delincuente la que resultaba deshonrada.
La penas pecuniarias por lo general no se aplicaban pues solo se hacia efectivo con la nobleza que podían tener naturalmente bienes que confiscar, pero como el pueblo tenia una economía colectiva  se aplicaba en forma de aumento de los impuestos.[5]
La protección a la vida humana llevo al castigo del aborto no por razones morales sino en nombre de la necesidad de aumentar la población
Jurisdicción si se trataba de delitos muy graves su juzgamiento no fue hecho por los curacas sino por funcionarios imperiales o por los más elevador señores regionales. Se creo la responsabilidad de los curacas por las infracciones de sus subordinados.
Faltaron las ideas de “apelación”, “revisión”  o “nueva instrucción”del proceso, salvo los casos de intervención del Inca. El juzgamiento debió ser público y con pruebas testimoniales. No hubo abogados. Para aplicar las penas de muerte y las corporales se asignaron indios que Human Poma llama VERDUGOS, que eran los ejecutores de la pena capital llevaban insignias especiales
Alcalde de corte y juez llamados ApoUatac.- Que llevaban como señal el Mascapaycha, que era la insignia real del inca. Para estos cargos se elegía hombres leales, justos y su función era apresar  a los señores nobles, llevaban instrucciones de cómo debían prender y atrae al preso para que sea castigado y sirva de ejemplo, era sentenciado por decisión del Inca, su consejo Real y sus pontífices.
Alguacil Mayor llamado ChacnayCamayoc encargados de prender a los acusados llevaba como señal la Chuspa, bolsa de coca y la ojotas, sandalias del Inca ,así como las instrucciones y mandato del Inca aprobado por el Consejo Real y por los pontífices , que le daba completa autoridad para apresar, hacer justicia y ser respetado como juez en todo el reino,
Los Tocricos que tienen a cargo un pueblo o una provincia y el Michoc  era el juez, estos eran encargados de inspeccionar y pedir cuenta de las funciones desempañadas por las autoridades subalternas.
 
 
 
 
LUGARES  DE CASTIGO
 
Existían dos lugares principales de castigo y son
 
          I.    PRIMER LUGAR DE CASTIGO: como principal lugar de castigo tenemos las ZANCAY, prisión o cárcel de los Incas para tener prisionero al delincuente donde se castigaba a los TRAIDORES y a los que cometían GRANDES DELITOS. Estaba construido debajo del suelo hecho en forma de bóvedas muy obscuras donde crían serpientes, leones, tigres, osos, zorros , perro , lagartos , sapos , águilas , lechuzas , buitres,  gatos monteses. Se castigaban también aquí: Auca: traidor; Suua: ladrón, Uachoc: fornicario;  Hanpioc: curando o hechicero; Incacipcicac: el que insultaba al Inca; Apuscachac, soberbio. A los autores de estos delitos se les llamaba ATÚN HUCHAYOC.
Si algunos de estos delincuentes no eran devorados por milagro, se les dejaba en la cárcel dos días mas y si seguían vivos el Inca los mandaba sacar y los declaraba fuera de toda culpa, siendo perdonados y reivindicados en sus honra.
 
        II.    SEGUNDO LUGAR DE CASTIGO: Las penas impuestas en las cárceles de segunda clase, donde se castigaba a los principales y demás indios, si era necesario, al prisionero se le sometía al tormento que ellos llamaban CHANCNAY THOCLLAUAN CHIPANAY UILLACONANPAC, que quiere decir atar de manos y pies con un lazo y torcerle para que confiese, en seguida imponer la pena correspondiente. A los presos se les proporcionaba su ración de comida y los servicio necesarios, pero no se les permitía hablar con nadie.
 
En estas cárceles de segundo orden de prelación llamadas PINAS, contaban especialmente con un aposento, para recluir a los príncipes AUQUICONAS, a los grandes señores, allí se les proporcionaba alimento y tenían comodidades y servicios especiales, estos si podían recibir visitas.
 
CASTIGOS
 
EL TERCER CASTIGO. Se castigaba severamente a las adulteras: si este delito era cometido con el consentimiento de los dos, la sentencia consistía en dar muerte ambos a pedradas en sitio que los llamaban  Uinpillay lugar de ejecución. Si forzaba el hombre a la mujer se sentenciaba al hombre a morir y la mujer recibía doscientos azotes con una soga de las que se utilizaba para hacer trampas, después era desterrada y encerrada en el deposito de las monjas ACLLACONAS, para que sirviera toda su vida en dicho lugar, quedando separada del marido para siempre y afrentada con el sobre nombre de UACHOC “PECADORA”
Si el adulterio era provocado por la mujer, esta era condenada a muerte y el hombre a los azotes, siendo desterrado después a las montañas habitadas por chunchos, con orden de no aparecer más en el lugar. Si fue con el consentimiento de ambos, morían juntos y no se les enterraba a fin de que fueran devorados por los buitres, los zorros.
 
EL CUARTO CASTIGO: Para las doncellas y donceles existían castigos impuesto a fin de que guardasen muy bien su honra en este reino como prueba de orden, justicia y buen gobierno, si el hombre forzaba la voluntad de la mujer o la mujer la del hombre solo era condenado a muerte el forzador y el que se dejaba forzar era azotado con cincuenta azotes.
 
EL QUINTO CASTIGO: A los que utilizaban bebidas y ponzoñas que producían muerte o hacían daño a los hombres, a estos los arrastraban y les daban muerte en el campo de sangre llamado YAUARPANPAPI con todos los de sus Ayllu, escapando solos los niño de teta. Los que ejecutaban a los hechiceros y adúlteros fueron los MAYO INGA, era el TOCRICO quien daba cuenta de la sentencia y de su cumplimiento así como de todo lo que pasaba dentro de su jurisdicción.
 
CASTIGOS DEL INCA: A los privilegiados de estos mandones a partir de la jerarquía de la Piscapachaca jefe de quinientos, eran condenados a recibir la penada llamada Hiuaya Rumi, piedra pesada que consistía en soltar de una altura aproximada de dos varas  que se dejaba caer en la espalda de sentenciado. A los borrachos HAPLLA, pendenciero MACHASCA, ladrón ZUUA , traidor AUCA O ISCAY SONGO, eran condenados a muerte una vez que se comprobaba su culpabilidad.
 
A los mentirosos se les castigaba dándoles 20 azotes, a los perezosos y sucios eran castigados con 100 azotes después se les obligaba a que se lavasen el cuerpo y toda esa agua sucia empleada en la limpieza les daban de beber al mismo culpable. A los jugadores se les castigaba haciéndolos azotar en los brazos. A los desobedientes, malcriados, eran castigados pellizcándoles las orejas RINRITA TIPCI.
 
 
 
 
 
 
 
 
Citas:
[1] Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.                                                                        Pág. 208
[2] Nueva Crónica y Buen gobierno II/ Poma de Ayala Felipe Huaman                                                Pág. 225
[3] Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.                                                                        Pág. 210
[4] Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.                                                                        Pág. 212
[5] Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.                                                                        Pág. 215
 
 
ANÁLISIS SOCIO-HISTÓRICO GENERAL DEL DERECHO PENAL INCA DESDE SUS ORÍGENES HASTA LOS INICIOS DE LA ETAPA REPUBLICANA EN AMÉRICA LATINA
El presente texto aborda algunas nociones generales sobre los antecedentes históricos deL Derecho Penal Inca constituyendo una antesala de próximas producciones científicas que se constituirán como obras más acabadas y profundas de la que ahora se presenta. Conocer las tipicidades de los ordenamientos jurídicos latinoamericanos , así como su evolución histórica es beber de todo el acervo cultural y político que nos define individualmente como paises y como región. Una mirada al pasado de nuestros principios penales comunes nos permitirá indiscutiblemente apreciar y comprender mejor el presente y sobre todo proyectarnos hacia la política futura de nuestro ordenamiento en medio del proceso reformador latinoamericano
LEGISLACIÓN PENAL DE LOS INCAS.
La organización del Incario da nacimiento a la formación de un gran imperio, así los Aymaras se basaban en la disposición tribal o de linaje denominaba Ayllu con la obligación de responder ante un ataque individual o grupal.
Los Incas para gobernarse dividieron su territorio en cuatro: Chinchasuyo, Collasuyo, Antisuyo y Contisuyo, casi todas las leyes que rigieron en el imperio incaico, eran de carácter penal aunque se encontraban confundidas con la moral y religión, fueron hechas para ser cumplidas y ejecutadas fielmente pese a la represión severa de cualquier infracción delictiva, incluyendo en esta su normativa jurídico-penal, figuras delictivas que legislaron conductas como la sodomía y la ociosidad representadas en Ama Sua (no seas ladrón), Ama Kella (no seas flojo) y Ama Llulla (no seas mentiroso) posteriormente (no seas asesino, no seas libertino).
La sanción era rigurosa por más que el delito fuese leve, porque castigaba el haber quebrantado la palabra del Inca que la respetaban como a Dios.
Las culpas eran perseguidas de oficio, fue eliminada la venganza privada porque los Incas se encontraban sometidos a ola jurisdicción central, el perdón del ofendido tuvo poca significación teniendo presente la situación del autor de un delito, se reconocieron las agravantes y los casos reincidentes en los delitos de hurto, embriaguez y mentiras repetidas. Se aplicó el homicidio por adulterio pero se castigaba levemente al que mataba a su mujer si ésta fuese adúltera, se tomaron en cuenta circunstancias en el acto de la comisión delictual, el encubrimiento también era penado en los casos de responsabilidad como la violación de una esposa del Sol el culpable era descuartizado y arrastrado, igualmente sufrían quienes se levantaban contra el poder real. La ley no se aplicaba del mismo modo a un hombre común que a un orejón o a un amauta, la nobleza disfrutaba la pena de muerte por decapitación considerada ésta “más honrosa que otras formas de ejecución”.
El arbitrio judicial estaba prohibido, el juez tenía que aplicar la ley bajo pena de muerte.
Entre las principales figuras delictivas están:
o Delitos contra el Estado: el mas grave fue el levantamiento contra el poder real del Inca, su mujer y primogénito, el pueblo era arrasado, los cabecillas eran lapidados por la espalda, despellejados y descuartizados; la violación de un ayllu tenia como castigo la pena capital; la deserción en tiempo de guerra era también sancionada con la pena de muerte por haber traicionado y abandonado a sus compañeros.
o Delitos contra la Administración: en especial el de la justicia con la obligación de llevar informes periódicamente. Eran súper vigilados por veedores y pesquisidores y ante la omisión inmediatamente destituidos de sus cargos; la desobediencia de los curacas fue castigada con la muerte y en casos leves les daban azotes en la espalda.
o Delitos contra los bienes estatales: uno de ellos era omitir trabajar la tierra tributaria, dándoles en público tres o cuatro golpes en la espalda; estaba prohibido ser holgazán y flojo; se penaba la destrucción de un puente con la pena capital, también el uso de la coca era monopolio del Inca y la matanza o caza de vicuñas.
o Delitos contra la fe pública: quienes implantaban títulos eran condenados dejándoles caer una piedra de dos baras de alto sobre sus espaldas; el perjurio debía ser castigado con chicotes especiales hasta arrancarles las entrañas; la brujería y hechicería se reprimió cruelmente llevándoles hasta el Cuzco donde se encontraba el Rey y allí les daban sentencia.
o Delitos contra las personas: El homicidio debía escarmentarse con la muerte; a quien cometía parricidio (dar muerte a sus abuelos o hijos); regicidio (matar al rey, reina y herederos); le arrastraban y asaetaban derrumbando su casa, perjudicando hasta la cuarta generación; el uxorcidio (matar a la mujer) les imponían el ahorcamiento, del mismo modo a quien mataba a los niños; en cuanto a las lesiones en riña o pelea cuando el ofendido no pudiese trabajar, se le recompensaba con el sustento de su hacienda y quien abortare o hiciere abortar moría ahorcado o apedreado.
o Delitos contra las buenas costumbres: especialmente contra la familia y el honor sexual la monogamia era obligatoria y la poligamia sancionada prohibiendo distintas clases de incesto entre hijos, hermanos, tíos y primos hasta el segundo grado, si lo hacían los miembros de la corte del Inca tenían muerte inmediata; no podía existir violación, estupro, incesto, adulterio y desfloración.
Siguiendo a BLAS VALERA entendemos que se aplicaba la ley en cuanto debían ser moderados al comer y mucho mas al beber, les impedían tener cerradas las puertas de su casa, el veedor entraba a cualquier vivienda para indagar las condiciones de higiene.
o Delitos contra la propiedad: fueron escasos, si el ladrón obró con malicia era castigado pero si obró por necesidad no se imponían penas severas solo cuando se apropiaron cosas de la realeza. En cuanto a la pena, siguiendo el ejemplo de FERNANDO VILLAMOR LUCIA observamos los castigos severos de esta época.
o De muerte: pon ahorcamientos (homicidio, aborto, incesto adulterio, proxenetismo, sodomía, bestialismo, hurto grave y reincidencia); decapitación ( a los miembros de la nobleza ); despeñamiento o ahorcamiento (violación, asesinato a niños); entierro ( al quebrantar el voto de castidad ), arrastramiento ( en deshonores cuando había asesinato de un miembro de la familia real o sacerdotes, el cadáver era descuartizado).
o Penas Corporales: lapidación (para estupro, delitos menores, incesto y adulterio); apaleamiento (en hurtos o desobediencia a un curaca), reclusión perpetua y trabajos forzados (a quienes cometían adulterio).
o Penas infamantes: Corte de cabello en varones y falso testimonio en mujeres.
o Penas pecuniarias: en cuanto a éstas no existieron en el Incario, ni tampoco la confiscación de bienes. La ley fue considerada de carácter divino y su violación un sacrilegio. Concluimos la historia del Incario con la muerte del último de sus Monarcas el año 1533.
 
El Derecho Penal en el Tahuantinsuyo
En el incanato, las normas jurídicas se presentan fusionadas con las normas morales y de convivencia social.
Características
Las características del dercho penal en el Tahuantinsuyo fueron las siguientes:
 
-    Público: sólo el estado fijaba los delitos y las penas; éstas eran aplicadas a través de los funcionarios llamados Ttocritus o gobernadores de Provincia.
-    General: regía en todo el Tawantinsuyu y para toda la población.
-    Política: sirvió para proteger el orden establecido por el estado incaico y garantizaba el mantenimiento en el poder a las Panacas de los Incas.
-    Proceso Oral: la autoridad escuchaba al inculpado y a los testigos en el mismo lugar del incidente y luego sancionaba.
-    Desigualdad ante la ley: es decir los castigos variaban de acuerdo a la clase social a la que pertenecía el que había cometido el delito. Así, si el delicuente pertenecía a la clase dominante la pena era menor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL DERECHO INCAICO: UNA APROXIMACIÓN CONCRETA
Cuestiones Preliminares:
En la Edición del Diario Oficial el Peruano del 18 de Noviembre del 2008, específicamente en el suplemento legal del referido, se ha publicado un artículo denominado “Historia del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca” cuya autoría se le atribuye al Dr. Francisco José del Solar, abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Central de Venezuela, con estudios de Post grado en Historia y Derecho; en que el mencionado autor de manera categórica sostiene:
“Desde hace más de quince años estamos en condiciones de afirmar que no existió el derecho incaico. Sin embargo, aprendices de historiadores jurídicos siguen repitiendo, irresponsablemente, lo contrario. Ello, ignorando los adelantos histórico- científicos que se han producido en las investigaciones y estudios sobre el Estado del Tahuantinsuyo (mal llamado imperio) y con los cuales se ha elaborado y se viene reescribiendo una nueva historia incaica (John V. Murra, Giorgo Alberti, Enrique Mayer, NathamWachtel, Karl Polanyi, María Rostworowski de Diez Canseco, Franklin Pease García-Yrigoyen, JürgenGolte, Liliana Regalado, Luis Guzmán Palomino, entre otros). Bastante alejada de lo que nos contaron idílica o críticamente los cronistas y lo que, fundamentalmente, sirvió a los románticos historiadores embriagados de historicismo y etnocentrismo, para narrar una historia irreal hasta la década de 1970”.
Del Solar, agrega:
“…no debemos olvidar que escribir sobre historia del Perú, es muy distinto a escribir sobrehistoria del derecho peruano. Para lo primero, basta ser historiador. Para lo segundo, necesariamente, se requiere ser historiador y abogado”. Es decir, ser como él.
Análisis y aspectos críticos referidos al tema:
Ernest Hemingway (1899-1961) manifestaba que “el secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad”; al parecer el Dr. Del Solar, está totalmente lejano a dicho precepto; sin embargo entendiendo que solo Dios y los imbéciles no se equivocan, respetamos su criterio pero no lo compartimos.
Considero un honor sentirme dentro del grupo de abogados que estamos seguros que en el Periodo Incaico si hubo un sistema jurídico propio y que su organización era propiamente la de un Imperio; si eso me hace un aprendiz de historia jurídica, pues me honro en serlo, toda vez que los abogados de convicción, estamos constantemente en el proceso de aprendizaje.
Un imperio (del latín imperium) es un Estado con dominio sobre extensos territorios dominado por un emperadorétnicamente y/o culturalmente, ejerciendo además un poder hegemónico en cierta área de influencia. También se denomina imperio al conjunto de los territorios que rige un estado imperial. Por extensión, "imperio" puede referirse también a la etapa histórica donde un país tomó esta política o bien a la potencia que ejerce una fuerte influencia política, económica y cultural.
¿Acaso el Tawantinsuyo, no era propiamente lo manifestado en el párrafo anterior? ¿Acaso no está fehacientemente comprobado que el Imperio Incaico fue el estado prehispanico de mayor extensión en América? ¿No es acaso una falta de respeto del autor del artículo bajo análisis, sesgar y negar la grandeza imperial de la organización Inca, mucho más a través de una publicación en el Diario Oficial de la Nación Peruana?. Sinceramente ni los más ilustrados académicos que pudieran publicar o no en “el mercurio” chileno, se atreverían a hacerlo; es más ni las publicaciones emitidas a través del Convenio Andrés Bello, como por ejemplo “La enseñanza de la historia: Perú, para la integración y cultura de la Paz” (Giesecke - Gregor - Polvarani), han negado la naturaleza imperial de nuestros antepasados; por lo que lo aseverado por del Solar y otros que coinciden con él, es simple y llanamente un atentado contra nuestra identidad y defensa nacional, pretendiéndose tener una pose intelectualoide innovadora, propio del complejo virreynal arraigado en algunos “círculos académicos”.
El mencionado autor, que por cierto del cual desconozco trabajos académicos relevantes, concluye que “…no hubo propiamente derecho incaico, empero sí un conjunto de normas de regulación y control social y económica que bien pueden constituir un “prederecho” o “derecho primitivo”. En este sentido, los incas estaban en camino de tener su derecho, como lo habían logrado, primero, los mesopotámicos y, después, los romanos. Esto, en virtud de que los pueblos generan su propio derecho, al decir de Von Savigny”.
En pocas palabras, para el Dr. Del Solar en su artículo denominado “Historia del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca”, en el incanato no hubo derecho, pero si un prederecho o un derecho primitivo. Sinceramente tanto desde el titulo hasta la conclusión además de parecerme descabellados, me resultan contradictorios, máxime si el propio autor no niega que el imperio de los Incas era un Estado; y señor para sus fines y conocimientos, el Estado, según la doctrina mundial e incluso dentro de los lineamientos de la “Teoría pura del Derecho”, es la nación jurídicamente organizada; con el respeto de sus deudos al mismo Dr. José Antonio Encinas le hubiera vuelto a dar un paro cardiaco, si hubiera leído el artículo que hoy de manera modesta y con respeto se comenta.
Precisamente el Sr. Dr. José Antonio Encinas manifestaba que el indio se encontraba descentrado y que en un régimen de legislación civil y penal, se confabulaban los rábulas (entiéndase abogados charlatanes) y conquistadores en la opresión más grande de la historia.
Si bien es cierto que el hecho de que el indígena fue un ente olvidado en los códigos decimonónicos, así como en los subsecuentes tratados y manuales, dio lugar a que a partir de inicios del siglo XX los autores volcaran su atención a esa problemática dando consigo el surgimiento de lo que podría denominarse un “indigenismo jurídico” producto quizás de las ideas de aquella época (Marx, Mariategui, otros), de las repercusiones de la escuela histórica del Derecho que reivindicaba el pasado de las naciones y las exaltaba (lo que para el Dr. Del Solar son historiadores embriagados de historicismo y etnocentrismo, para narrar una historia “irreal” hasta la década de 1970); lo cierto es que universalmente está concebido que el derecho no solo es norma escrita (norma positiva) y que siempre en los estados organizados ha existido el derecho consuetudinario, el mismo que en palabras de la Dra. Teordora Zamudio “ … es considerado como una parte integral de la estructura social y la cultura de un pueblo…”
Este Derecho Consuetuniario, se refiere pues a un conjunto de normas legales de tipo tradicional, no escritas ni codificadas, distinto del derecho positivo vigente en el país, más aún si en el tiempo de los incas no se conoció la escritura. Esta definición puede implicar que el derecho consuetudinario es anterior en términos históricos al derecho codificado. Así, el derecho positivo incluye elementos del derecho consuetudinario anterior, por ejemplo, el de la época feudal. El derecho consuetudinario se transforma en, o es absorbido por, el derecho positivo de origen estatal, el cual representaría tan solo una etapa superior en la evolución del derecho.
Acaso instituciones socialmente aceptadas obligatoriamente en el incario tales como el servinakuy, autoridades y solución de conflictos, tenencia de la tierra y régimen sucesorio, pena de muerte, no son manifestaciones propias del Derecho actual, la única diferencia es que hoy está escrito, en el incario fue aceptado consuetudinariamente.
Resulta pues innegable, que en su oportunidad, ese evolucionismo estimulara la investigación respecto del antiguo orden jurídico. En este punto queda claro que el producto académico más que ser algo innovador procedía de información de segunda mano tomadas del manual “Las civilizaciones antiguas del Perú” de Carlos Wiesse, “Historia de la Conquista” de Prescott y otros.
Carlos Ramos Nuñez en su obra “Historia del Derecho Civil Peruano”, trata este tema; manifestando que ensayos incanístas encendieron más este proceso de investigar el orden jurídico incaico; siendo dignos de mencionar aportes académicos como: “Curso de la historia del Derecho Peruano” (1876) de Ramón Alzamora, “Ensayo sobre sistema penal incaico” (1915) de Luis Eguiguren; “Del Ayllu al Imperio” (1916) de Valcárcel, “El matrimonio Incásico” (1920) de Recaredo Pérez Palma; “Nuestra Comunidad Indígena” o “Del Ayllu al cooperativismo Socialista” de Hildebrando Castro Pozzo (1924-1936 respectivamente); “El derecho en el imperio de los Incas” (1929) de Enrique Ramirez Clavero; “El Derecho a través de la evolución cultural del Perú” (1940) de Agustín Martos Álvarez; incluso en su oportunidad se ha estudiado temas relativos al derecho internacional, tales como el formulado en 1942 por quien fuera la primera embajadora del país Dra. Carmela Aguilar Ayaz quien sustentó su tesis “Manifestaciones del Derecho Internacional en las épocas pre inca e inca”.
Como podemos apreciar, y a nuestro criterio consideramos escasos y reducidos los argumentos descritos por el Dr. Del Solar en el sentido de que no existió el Derecho Inca, toda vez que además de los argumentos descritos, en palabras de Víctor J. Guevara si bien es cierto los incas no vivieron de un derecho moderno escrito, también es totalmente cierto que tampoco vivieron al azar, y que por el contrario tuvieron una estructura, social, económica, cultural y jurídica - consuetudinaria definida.
 
 
 
 
 
 
 
Conclusiones:
•  Podemos decir que lo legal o jurídico, en sociedades que se manejan de acuerdo al derecho consuetudinario, consiste en normas generales de comportamiento publico; mantenimiento del orden interno; definición de derechos y obligaciones de los miembros; reglamentación sobre el acceso a, y la distribución de, recursos escasos (agua, tierras, etc.); reglamentación sobre transmisión e intercambio de bienes y servicios ( herencia, trabajo, etc.); definición y tipificación de delitos, distinguiéndose generalmente los delitos contra otros individuos y los delitos contra la comunidad o el bien público; sanción a la conducta delictiva de los individuos; manejo, control y solución de conflictos y disputas; definición de los cargos y las funciones de la  autoridades pública. 
•  El derecho consuetudinario de los incas merece particular atención porque está estrechamente vinculado a otros fenómenos de la cultura y de la identidad étnica, tales como la estructura familiar, social y religiosa de la comunidad, de la lengua y los valores culturales propios de la etnia. La vigencia del derecho consuetudinario incaico constituye uno de los elementos indispensables para la preservación y reproducción de su cultura y, por el contrario, su desaparición constituye, a su vez, a la asimilación y al etnocidio de los pueblos indígenas.
•  Soy un aprendiz jurídico por considerar que el Incanato fue uno de los imperios más grandes de su época y que tuvo un derecho propio.
 
 
 
 
 
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